En México, 81 periodistas fueron asesinados entre 2000 y 2014, lapso en el que otros 18 comunicadores también desaparecieron.
Así lo dieron a conocer expertos de la Universidad Iberoamericana (UIA), el Instituto de Justicia Procesal Penal de la Ciudad de México y la Universidad de Miami.
En un estudio sobre seguridad de periodistas, en el que retoman cifras de Artículo 19, los expertos destacan que en el caso de estados con altos índices de violencia ligada al narcotráfico, como Veracruz y Guerrero, hay periodistas que se limitan a reproducir lo señalado en los informes policiales, pero también hay algunos que prefieren no publicar nada al respecto.
Y los que buscan promover cambios sociales para el bien público son los que se sienten más presionados, apunta.
En un comunicado, la UIA precisó que los investigadores Mireya Marquéz Ramírez, del Departamento de Comunicación de la Ibero; Marco Lara Klahr, del Programa Medios de Comunicación y Violencia del Instituto de Justicia Procesal Penal de la Ciudad de México, y Sallie Hughes, profesora de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Miami, recopilaron un directorio con más de mil 200 medios de comunicación de todo el país y generaron una muestra al azar estratificada de 130 de ellos.
Luego de ese proceso seleccionaron de manera sistemática a 377 periodistas, quienes fueron entrevistados vía Skype, los cuales compartieron los tipos de medidas que utilizan para reducir el riesgo de represalias y amenazas directas por cubrir ciertos tipos de noticias.
De acuerdo con los resultados, casi 68% de los encuestados se habían autocensurado en alguna ocasión, más de 64% dejaron de hacer coberturas callejeras y más de 57% se adhieren a las políticas de censura del medio de comunicación a la que pertenecen. La mitad de los encuestados afirmó que suele ocultar información sensible de “personas o de colegas sospechosos en sus propias redacciones”.
El estudio también revela que algunos periodistas mexicanos publican historias anónimas en las redes sociales, de modo que no puedan ser identificados o localizados.
Además de la violencia que agravia a la prensa, apunta, las presiones económicas también obligan a los periodistas a callar voces e informes críticos.
La doctora Mireya Márquez, de la UIA, afirmó que el estudio podría estimular a otros investigadores a realizar sus propias investigaciones, y de ese modo ayudar a los periodistas mexicanos a determinar qué cambios necesita la profesión.
“Puede ayudar a quienes elaboran las políticas y a organizaciones de la sociedad civil a comprender mejor fenómenos complejos como el deterioro de la prensa libre y la vulnerabilidad de los periodistas en algunas áreas”, dijo.
La también coordinadora del Programa Prensa y Democracia (Prende) del Departamento de Comunicación, que cada periodo escolar brinda capacitación a periodistas de distintas fuentes, sostuvo que la investigación también permitirá que el público tenga “otra visión de los contenidos de los medios de comunicación y del mundo de los periodistas en México, quienes enfrentan muchas presiones y dificultades a diario”.
De acuerdo con el comunicado, el estudio fue presentado en la Conferencia de la UNESCO sobre Seguridad de los Periodistas, realizada en Helsinki, Finlandia, con motivo del Día de la Libertad de Prensa a Nivel Mundial de las Naciones Unidas.
El documento será parte de un libro que la UNESCO dedicará al tema en 2017.
http://www.proceso.com.mx/453723/en-14-anos-81-periodistas-asesinados-en-mexico-alertan-expertos