Los islamistas radicales de todo el mundo están preparados para afrontar "la última batalla", que puede empezar "en las próximas semanas o, incluso, en los próximos días", alerta el periodista Iván Yakovina en su nuevo artículo: 'Apocalipsis mañana. En Siria comienza "la última batalla de los hombres"', publicado en el portal Nóvoye Vremia.
Este analista explica que, según las antiguas profecías de algunos textos sagrados islámicos, el fin del mundo —y el posterior paraíso— estarán precedidos por "la batalla final" entre las fuerzas del 'califato' y de 'Roma' en la ciudad de Dabiq (norte de Siria) en donde, a pesar de que 'los infieles' tendrán un número de fuerzas mayor, vencerán los musulmanes.
"La batalla final"
Yakovina destaca que, aunque cada uno puede tener sus ideas acerca de esos vaticinios, "no hay que olvidar que un gran número de personas creen firmemente que se cumplirán" y consideran que "el proceso ya está en marcha" y "la profecía ha empezado a hacerse realidad".
Los islamistas radicales controlan la ciudad de Dabiq desde agosto de 2014 y, en estos momentos, ya tienen también un adversario potencial: Turquía, sucesor de Bizancio, el Imperio romano de Oriente.
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A finales de agosto, el Ejército turco invadió el norte de Siria. En principio, Ankara no tenía ninguna intención de tomar Dabiq, sino que deseaba prevenir la unión de dos enclaves kurdos en la frontera sur de su país, indica Yakovina.
Sin embargo, en estos momentos las fuerzas turcas se han centrado en la ciudad de Al Bab, situada al noreste de Alepo, ya que su control impediría la unión de los kurdos, incluso sin la necesidad de confrontarse de manera directa con ellos.
La trampa para Turquía
El problema es que, en el medio, se encuentra Dabiq, donde ya se han congregado "enormes fuerzas" terroristas, que se preparan para afrontar "la última batalla de los hombres", advierte el periodista.
Además, los intentos del Ejército turco de esquivar esa ciudad desde el este se están encontrando con una fuerte resistencia, mientras que en las zonas que conducen directamente a Dabiq es mínima.
Para Yakovina, resulta "obvio" que los yihadistas están intentando atraer al enemigo al lugar donde se debe cumplir la profecía.
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En estas circunstancias, el periodista estima que puede que a Ankara le suponga una tentación casi insuperable tomar Dabiq y especula con que el plan más probable del Estado Mayor turco sea rodear esa localidad y eliminar a los islamistas que están atrincherados allí con una participación mínima de tropas terrestres, pero "no resulta tan sencillo".
De este modo, mientras esperan que se cumplan los augurios, los yihadistas llevan dos años y medio fortaleciendo el lugar. "No pueden perder Dabiq bajo ninguna circunstancia" porque, "en ese caso, la existencia del EI "ya no tendría sentido", explica Yakovina, quien vaticina que "para muchos creyentes fanáticos" de todo el mundo incluso el cerco de ese municipio será una señal "de que la batalla ha comenzado, la profecía se está haciendo realidad у el fin del mundo está cerca".
¿Qué pasaría después?
En Turquía, eso causaría los ataques terroristas por todo el país y la exigencia de que retirara sus tropas de Siria de manera inmediata. Si eso sucediera, los terroristas lo considerarían como el triunfo predicho hace cerca de 1.500 años: la mítica derrota de las fuerzas de 'Roma'.
Para este analista, no hay duda de que las bombas para perpetrar esa ofensiva de terror "ya están preparadas" y los lugares de los ataques se encuentran identificados, con lo cual los yihadistas solo se encontrarían a la espera de una señal de Raqa, la 'capital' del califato.
Además, los países occidentales con grandes comunidades de musulmanes radicales también sufrirían "graves problemas", debido a que el comienzo del cumplimiento de la profecía "disiparía las últimas dudas sobre la llegada del día del juicio final" en los "terroristas durmientes", quienes perpetrarían sus actos asesinos en los países donde residen, asevera Yakovina.
El futuro del EI en el juego
Este periodista opina que, tal y como están ahora las cosas, de la batalla por Dabiq dependerá, en gran medida, no solo el futuro del Estado Islámico, sino toda la guerra de Siria.
En consecuencia, si el EI es capaz de defender la ciudad, el mundo se enfrentará a unos problemas "muy serios" mientras que, si ganan los turcos, el autoproclamado califato se tendrá que disolver porque "perderá el sentido mismo de su existencia", pronostica Iván Yakovina, para quien "llega el momento culminante de la guerra".