El conflicto sirio ni siquiera se mencionó la convención demócrata porque hay "una guerra" dentro del partido sobre qué hacer con la crisis, sostiene la periodista Kim Ghattas.
"Hay un enorme agujero en el intento del Partido Demócrata de consolidarse como el partido de la seguridad nacional.
En la convención del mes pasado, hay un problema que nunca se mencionó, una crisis que fue cuidadosamente evitada", escribe en un artículo para la revista estadounidense 'Foreign Policy' la periodista Kim Ghattas.
Se trata de la crisis siria, que, en opinión de la periodista, representa "uno de los problemas más delicados" que tendrá que afrontar el próximo presidente de EE.UU., y no solo por el Estado Islámico, sino por ser el conflicto que ha destruido el país y ha producido "una tragedia humanitaria de dimensiones épicas que está causando un efecto dominó en Europa".
Sin embargo, "aparte de algunas referencias fugaces a los refugiados", la guerra no se menciona en la convención adoptada al término del congreso del Partido Demócrata celebrado el mes pasado.
La razón, según la analista, es la división dentro del partido sobre el "papel militar o moral" que debe desempeñar EE.UU. en el conflicto sirio, así como sobre si Washington debería centrarse exclusivamente en la lucha contra el Estado Islámico, o si debe buscar también el derrocamiento de Bashar al Assad.
La brecha dentro del Partido Demócrata
En este sentido, Ghattas recuerda que durante las sesiones de preparación de la plataforma oficial del Partido Demócrata, el precandidato demócrata Bernie Sanders dio instrucciones a sus representantes en el comité para incluir una enmienda que rechazara cualquier intervención militar contra el presidente sirio Bashar al Assad, incluida la imposición de zonas de seguridad o zonas de exclusión aérea.
Al final, la enmienda no fue incorporada ya que, como el lenguaje de la plataforma no llamaba específicamente a ninguna acción militar de EE.UU. en Siria, no requería un rechazo explícito de la intervención.
Jason ReedReuters
Sin embargo, el episodio "revela la brecha dentro del Partido Demócrata", y demuestra que, "incluso si los instintos de Clinton pueden empujarla hacia una mayor intervención en Siria, podría enfrentarse a una oposición sustancial en su propio partido", advierte la experta.
"Puede que Sanders no sea el candidato del Partido Demócrata, pero sus partidarios han dejado claro durante la convención que no se van a ir a ninguna parte", y esos partidarios "son aún más escépticos sobre el uso de la fuerza militar que su candidato preferido", concluye.