Pablo Gonzalez

Si tienes un "plan B" olvídalo


Cuando queremos lograr algo no siempre resulta la primera vez y si eres cauto seguramente siempre tienes una segunda estrategia por si la primera no funciona, se trata del famoso plan B.

Pensaríamos que tener un plan B es una buena idea, pero una reciente investigación realizada por especialistas en comportamiento humano determinó que el tener una segunda estrategia para evitar el fracaso en realidad disminuye nuestras posibilidades de conseguir el éxito la primera vez.

¿Por qué los especialistas no recomiendan tener un plan B? 

Ser organizado y tener las cosas claras es importante si queremos maximizar nuestras posibilidades de éxito, pero muchas veces el considerar demasiado qué hacer ante el fracaso nos condiciona a este.

Especialistas en comportamiento humano de la Universidad de Pennsylvania quisieron averiguar si el tener un plan alternativo era o no favorable a la hora de lograr una meta y tras observar a una serie de personas de diferentes edades y ámbitos, llegaron a conclusiones muy interesantes.

Quienes tienen una segunda estrategia para conseguir lo que quieren en caso de que falle la primera ponen menos esfuerzo en la instancia inicial y, por ende, sus posibilidades de fracasar aumentan.

Los expertos detectaron que ese fenómeno se da en todo tipo de situaciones, desde planes financieros a metas de estilo de vida o logros profesionales, es más quienes crean un plan B están menos motivados a la hora de conseguir lo que quieren.

Otra conclusión del estudio es que tener varias estrategias hace que el fracaso duela menos, ya que se sabe que hay otra oportunidad e inconscientemente se está pensando en ese plan B cuando todavía se trabaja en el plan A.

El consejo de los expertos

El estudio, que fue publicado en la Organizational Behavior and Human Decision Processes, no sugiere que tener un plan alternativo sea malo, sino que hay que saber utilizar esta alternativa. 

Los expertos sugieren no iniciar un emprendimiento con un plan B preparado con todos sus detalles, sino que de ser necesario utilizar lo aprendido al equivocarse para armar una segunda estrategia mucho más efectiva.

Asimismo, recomiendan no abandonar la primera estrategia rápidamente, sino que determinar un tiempo que debe pasar antes de tomar otro camino. 

Si estamos listos para rendirnos rápido nos veremos más inclinados a hacerlo, mientras que si sabemos que hay un plazo más largo ejecutaremos el plan de mejor manera y más confiados.

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