El iraquí Kadhim al Jabbouri se arrepiente de haber participado en la destrucción de la estatua de Saddam Hussein en Bagdad en 2003, después de que las tropas estadounidenses se hicieran con el control de la capital como consecuencia del derrocamiento del líder iraquí.
"Derribé la estatua de Saddam, ahora quiero que vuelva", expresó Al Jabbouri en una entrevista para la BBC.
"Ahora cuando voy a donde se encontraba la estatua, siento dolor y vergüenza.
Me pregunto, ¿Por qué derribé esa estatua?", afirma el iraquí.
Tras haber sido encarcelado durante más de un años y ser testigo de la muerte de más de una docena de familiares durante el régimen de Hussein, este mecánico de motocicletas asegura que con la llegada de EE.UU. se sintió emocionado.
"Estaba muy feliz el día en que los americanos llegaron y nos liberaron del régimen de Saddam (…) Salí a la plaza central y comencé a golpear la estatua.
Quería derribarla", afirma.
Sin embargo, señala que la inestabilidad e inseguridad en el país se han incrementado desde entonces. "Cada año las cosas empeoran.
Hay corrupción, inflación, muertes y saqueos. Saddam se ha ido pero en su lugar ahora tenemos 1.000 'saddames'", subrayó.
Por otra parte, Jabbouri calificó de mentirosos al expresidente de EE.UU. George W. Bush y al ex primer ministro británico Tony Blair, quienes en ese entonces ejercían sus respectivos cargos.
Opina que ellos destruyeron Irak y se lo robaron a sus habitantes.
"Nos hicieron volver a la Edad Media.
Si yo fuera un criminal los mataría con mis propias manos", concluyó.
rt