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Desenmascarando reportaje de Mario Vargas llosa


MARIO VARGAS LLOSA SOCIO DE LA EMPRESA PROPIETARIA DEL DIARIO EL PAÍS DE ESPAÑA SE DISFRAZA DE REPORTERO PARA INFORMAR SOBRE “LA REALIDAD DE LOS TERRITORIOS OCUPADOS EN CISJORDANIA”

Ya desde el anunciado propósito del “reportaje” se puede prever el carácter tramposo del mismo. Es decir propaganda de guerra sionista contra la causa palestina. Por eso, queremos desenmascarar aquí a este miserable escritor reaccionario que suele disfrazarse para cubrir genocidios contra los pueblos del mundo.

Queremos recordar aquí, que en 1983, este mismo Vargas se disfrazó de “antropólogo” para dirigir una “comisión investigadora” para encubrir el asesinato de 9 periodistas y su guía cometido en enero de ese año por elementos de inteligencia del Ejército Peruano. Encubrimiento que dio cobertura al mayor genocidio de toda las historia del Perú (de los años 83 y 84), que comenzó a conocerse con este hecho. 

El mayor genocidio después del genocidio cometido contra nuestro pueblo por los conquistadores españoles en nombre y representación de la monarquía española(1). Genocidio reaccionario que el PCP con guerra popular aplastó. A este Varguita, como encubridor de genocidio le corresponde con toda justicia el calificativo de genocida.

Entonces este escritor genocida reaccionario ha viajado a la Palestina ocupada, bajo régimen colonial desde 1948 . Que se fue extendiendo a toda la tierra palestina desplazando violentamente mediante el terror y el genocidio sionista a su población originaria, pero este tramposa y pomposamente dice que ha ido a “los territorios ocupados en Cisjordania”. 

No el problem palestino no se limita sólo a la Cisjordania. Ni Palestina es sólo Cisjordania y Gaza, sino todo el territorio que incluye al que ocupa el Estado sionista de Israel.

¿Cuál es el verdadero objetivo de esta visita y este amañado reportaje? 

El objetivo -por lo que consta en el propio “Reportaje”- no puede ser otro que el tratar de encubrir la situación colonial de Palestina desde 1948 con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre “la partición de Palestina”, que preveía una parte palestina y una parte israelí, desconociendo el derecho de quienes vivían desde hacia centurias en ese territorio. 

Así, Palestina fue sometida bajo el nombre de Estado de Israel a la ocupación imperialista-sionista y luego mediante sucesivas guerras se ha extendido también a Gaza y Cisjordania y la llamada "parte árabe de Jerusalem" (todos sabemos que Jerusalem hasta antes de la ocupación fue árabe y no estuvo dividida y el mismo nombre que se le da no corresponde a la nomenclatura que le dan sus habitantes originarios no los invasores sionistas y los imperialistas).

Repetimos, la ocupación comenzó con una parte donde se fundó ese Estado colonial y luego con la guerra los sionistas la extendieron a todo el país. A una parte de esta parte que correspondería según la propia ONU a los habitantes árabes de Palestina es lo que los imperialistas y los reaccionario y los colaboracionistas con el ocupante llaman" los territorios ocupados" y a los que el escribidor quiere que nos limitemos a ver como el problema palestino o “la realidad de los territorios ocupados en Cisjordania” y la situación de la “Franja de Gaza”.

A eso se refiere el discurso imperialista y reaccionario y de los ofrecimientos diplomáticos cuando hablan de la “posibilidad de los dos estados”, Partiendo del reconocimiento del derecho a la existencia de “Israel”. Pero para los árabes de Palestina eso sería negar su propia causa, la razón original de su lucha y el futuro mismo de ese pueblo.

 La causa palestina defiende el derecho al retorno de los millones de palestinos o árabes que fueron expulsados por medio de la guerra y el terror de sus hogares y su patria y el derecho de la mayor parte de esto, que son campesinos, a reconquistar su tierra, su derecho a la tierra de las que fueron expulsado y sobre las que el ocupante estableció los famosos “kibuzes” que tanto alaba el reportaje. Esa es la verdad histórica que grita la justeza de la causa palestina.

Sobre los terrenos de los campesinos despojados y arrojados de su patria se establecieron los "Kibuzes". Son a estos “Kibuzes” la organización empresarial agraria corporativa, que ha servido de base social y productiva para la guerra contra el pueblo palestino y los demás pueblos árabes, lo que tanto alaba este “ultra liberal” Varguitas. Sintetizando: En otras palabras esos “K” son la base de ese “nacional-socialismo” del expansionismo sionista basado no en la propia población sino en los emigrantes que como lo reconoce este impostor han venido por millones de los diferentes países del mundo, principalmente de Europa, dice de sólo “Rusia son un millón”. Así, es verdad que los revisionistas rusos ponían los soldados para lo sionistas y los imperialistas yanquis las armas.

Entonces citamos el reportaje de marras:

El País:"Vargas Llosa cuenta “los estragos de la ocupación”

"El Nobel relata la experiencia de su encuentro con la realidad de los territorios ocupados en Cisjordania o West Bank. EL PAÍS emite este jueves a las 21.00 el documental 'Cinco días con Mario' y a partir de mañana el resto de la serie(...)

En la nota del diario el país se lee: “...(intelectuales, escritores) de uno y de otro lado (israelíes, palestinos) sobre esta dualidad de odio de un lado y odio del otro que se ha ido edificando durante más de medio siglo en esta parte difícil de Oriente Medio, como un muro que algunos quieren romper. Entre ellos, los que invitaron a Vargas Llosa a este viaje, que quieren mitigar un odio que ya parece eterno”. Sobre ellos haremos una breve cita al final de esta nota. Pero prosigamos con la informnación del diario citado:

“La realidad de los territorios ocupados en Cisjordania” EL PAÍS estrena un documental en el que el premio Nobel relata su experiencia en los territorios ocupados como introducción a una serie de tres reportajes sobre Oriente Próximo 30 de junio”.

Como se dice en el Perú, en criollo, desde el saque ya desde el título del reportaje, sin más ni más, el cuentista reaccionario especialista pagado en encubrir genocidios, sienta su posición sobre la ocupación sionista-imperialista de Palestina y el genocidio contra el pueblo de ese país, y prosigue así:

„Las aldeas condenadas.-El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa reflexiona en una serie de reportajes sobre la ocupación israelí. En esta primera entrega centra su mirada en unos pueblos del sur de Cisjordania

"El problema mayor de Israel es uno solo, los asentamientos en Cisjordania, es decir, la ocupación de los territorios palestinos”, me dice Yehuda Shaul. “El próximo año cumplirá medio siglo. Pero tiene solución y la veré puesta en práctica antes de morir”.

Le replico a mi amigo israelí que hay que ser muy optimista para creer que un día más o menos próximo los 370.000 colonos instalados en las tierras invadidas del West Bank —verdaderos bantustán que cercan a los 2.700.000 habitantes de las ciudades palestinas y las desconectan una de otra— podrían salir de allí en aras de la paz y la coexistencia pacífica. Pero Yehuda, que trabaja incansablemente por hacer conocer lo que una gran mayoría de sus compatriotas se niega a ver, la trágica situación en que viven los palestinos de la orilla occidental del Jordán, me dice que tal vez yo sea menos escéptico después del viaje que haremos juntos, mañana, hacia las aldeas palestinas de las montañas del sur de Hebrón”.

Entonces como ya lo habiamos dicho con anterioridad con esta cita extensa queda en claro la falsa historia que quiere contarnos. Por eso la necesidad de desenmascarar este cuento para que nadie olvide que la sausa palestina es la de la liberación de Palestina no sólo de un pedazito de ella.

En la segunda entrega este reaccionario disfrazado de reportero niega el asesinato de los niños y jóvenes palestino tratando de hacernos creer que lo que hacen los genocidas sionistas no es más que el conocido e inofensivo truco de los cuentos infantiles de „cuidado con el cuco“. Y en resumen como lo sintetiza su propio períodico dice:

„El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa reflexiona en una serie de reportajes sobre la ocupación israelí. En la segunda entrega el Nobel describe, a través de lo oído en un tribunal militar israelí que juzga a palestinos de 12 a 17 años que atentan contra la seguridad, cómo funciona un sistema para “prevenir el terror sembrando el pánico””

Es decir, quiere hacernos olvidar que ese terror a que se refiere comenzó con la ocupación sionista en 1948 y ha sido usado primeramente con el objetivo de expulsar a los árabes de Palestina mediante el terror inmisericorde y que eso que llama “sembrando el pánico” en los niños es parte de ese terror. Y Segundo: quiere caracterizar el terrorismo del Estado de Israel contra los niños árabes como simple “meter miedo”,como en los cuentos, cuando el mismo lo reconoce que Israel es el ocupante al menos de esta parte y de la “parte árabe de Jerusalem”, aunque como parte de su patraña lo limite a estos y no al conjunto de Palestina. Pues como tal, señor “bacalao” lo que Usted dice apesta más que bacalao podrido, pues lo que comete el Estado sionista de Israel, de acuerdo al derecho internacional, en su condición de potencia opcupante, son criménes contra la humanidad y criménes de guerra. Es decir, la tortura, secuestro, desparición y muerte de infantes es parte del genocidio contra el pueblo palestino.

En la tercera entrega dice el escribidor:

„Le pregunto (a su acompañante, nota nuestra)si los colonos instalados en Silwan tienen niños. Sí, muchos, pero salen muy rara vez y generalmente escoltados por policías, soldados o la guardia privada que protege los asentamientos. Pienso en la vida claustral y terrible de esas criaturas, encerradas en esas casas hurtadas, y en la de sus padres y abuelos, convencidos de que, perpetrando las injusticias que cometen, materializan un proyecto divino y se ganan el Paraíso. Desde luego que el fanatismo religioso no es privativo de una minoría de judíos. También son fanáticos esos palestinos de Hamas y la Yihad Islámica que se despedazan a sí mismos haciendo estallar bombas en autobuses o restaurantes, lanzan proyectiles sobre los kibutz o tratan de acuchillar a los soldados o a pacíficos transeúntes, sin entender que esos crímenes sólo sirven para anchar la zanja, ya muy grande, que separa y enemista a ambas comunidades”.

Aquí esta claramente cuales “derechos humanos” defiende, el defiende los traposos “derechos humanos” de la burguesía, del ocupante, contra los derechos del pueblo palestino, contra los derechos de esos niños, a quienes los pone en el reporte en el mismo nivel de sufrimiento que los niños de sus victimarios; nos quiere contar el cuento que el dolor que sufren los niños de los victimarios es similar y tan terrible como el que sufren las verdaderas víctimas, los “otros niños”.

Lo que hace Varguitas, no es otra cosa que buscar relativizar el genocidio imperialista-sionista que es acto único y originario contra los habitantes de Palestina; como fue único y originario el holocausto judío cometido por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Así está establecido en los juicios de Nüremberg contra los criminales de guerra nazis y así quedó escrito en la discusión histórica que se dió en Alemania en los años 80. En ese debate contra el llamado “revisionismo histórico” de los historiadores reaccionarios pronazis como Nolte y cohorte a los que intelectuales del mundo académico, como Habermans entre otros, los aplastaron por pretender relativizar los crímenes nazis como “reacción ante el peligro bolchevique”, ante el “terror rojo”.

El genocidio contra el pueblo palestino se inició aún antes de su ocupación en 1948 con la llamada “Resolución de Partición de Palestina del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas” y ha continuado hasta la fecha y prosigue precisamente con la ayuda de esta propaganda tóxica de desinformación, de guerra imperialista-sionista.

Y al final el escribidor confiesa su amor por la ocupación y de que lado está:

“Desde la primera vez que vine a Israel, a mediados de los años setenta del siglo pasado, contraje un enorme cariño por este país. Todavía creo que es el único lugar en el mundo donde me siento un hombre de izquierda, porque en la izquierda israelí sobrevive el idealismo y el amor a la libertad que han desaparecido en ella en buena parte del mundo. Con dolor he visto cómo, en los últimos años, la opinión pública local se iba volviendo cada vez más intolerante y reaccionaria, lo que explica que Israel tenga ahora el Gobierno más ultra y nacionalista religioso de su historia y que sus políticas sean cada día menos democráticas. Denunciarlas y criticarlas no es para mí sólo un deber moral; es, al mismo tiempo, un acto de amor”.

Pero, al afirmar todas estas sandezes, se olvido por conveniencia de eso que tanto les gusta repetir a estos defensores de los “derechos humanos” de los imperialistas, de los colonialistas, de los verdugos, que dice:”Un pueblo que oprime a otro pueblo nunca jamás puede ser libre”. Y luego nos viene con el cuento de denunciar al gobierno israelí, puro cuento, por que ese gobierno ya se va a ir o tiene que irse por necesidad del propio ocupante y venir otro con similar u otra careta para seguir ejerciendo la ocupación en nombre del derecho colonial. Y no es simplemente gobierno "más ultra y nacionalista religioso..." sino más genocida.

Es realmente asquerosa la manera como este miserable señorito del imperialismo, el sionismo y el colonialismo saca lustre a su "Nobel" al tratar de relativizar el genocidio que los ocupantes coloniales de Palastina cometen contra el pueblo de palestina contra los árabes originarios de ese país, que en la lucha contra el imperialismo, el sionismo, el colonialismo, la ocupación y el despojo de sus propias vidas y de sus tierras, bienes y hogar han ido desarrollando la identidad palestina, de esa nación en formación que es Palestina y que se constituirá definitivamente como tal cuando se libere el país de la ocupación sionista, del imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático. Es decir cuando culmine su revolución democratica mediante la guerra popular y siempre como parte de la revolución mundial.

Y sobre quienes han invistado al escribidor ¿qué podemos decir? Como lo habíamos ofrecido, sobre ellos consignamos una cita, porque presuimos que a los que han invitado y organizado todo esto, tanto "de uno como de otro lado" les corresponde :

"De hecho, la inteligencia sionista, que estableció organizaciones pantalla en Palestina ya desde la década de 1920 entre judíos y árabes bajo el disfraz de una amistad árabe-judía (pero que de hecho operó como una máscara para los colaboradores palestinos con el sionismo), llamó a una de tales organizaciones “La Unión Semítica”(2).

La historia los señala.

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(1)DIARIO EL COMERCIO. Domingo 25 de enero del 2015 | 16:51

Uchuraccay: libro desvela secretos de masacre 32 años después

"Uchuraccay, el pueblo donde morían los que llegaban a pie" de los periodistas Jaime y Víctor Tipe da nuevas luces del caso Las víctimas de este suceso, que se dirigían a cubrir la información de unos enfrentamientos contra Sendero Luminoso que habían dejado varios muertos en la zona, fueron los periodistas Eduardo de la Piniella, Jorge Sedano, Amador García, Luis Mendívil, Félix Gavilano, Pedro Sánchez, Octavio Infante y Willy Retto, y su guía, Juan Argumedo.

Fue tanta la conmoción que causó el caso que el Gobierno de Fernando Belaunde (1980-1985) conformó una comisión investigadora presidida por Mario Vargas Llosa, que en su informe final concluyó que los campesinos eran los únicos responsables, algo que siempre han rechazado los familiares de las víctimas, que sostienen que hubo militares "infiltrados" que azuzaron el linchamiento.

Víctor Tipe afirmó que en su investigación han determinado que los militares sí estuvieron en Uchuraccay en los días previos a la matanza y que el pueblo no era una comunidad aislada, tal como muchos han sostenido, además de haber identificado a las personas que participaron en los asesinatos y al primer personaje que difundió la teoría de que hubo infiltrados en la comunidad.

El periodista aseguró que patrullas militares llegaron al pueblo tanto a fines de diciembre de 1982 como a comienzos de enero de 1983 para dar "pequeños consejos de seguridad" a los pobladores y conformar un comité de autodefensa contra los senderistas.

"Probablemente de ahí sale la famosa frase de que maten a los que vienen a pie", acotó, ya que los militares acostumbraban a llegar en helicópteros.

En el libro se revela la existencia de un documento con un compromiso de lucha contra Sendero que refrendaron 123 de comuneros de Uchuraccay y que permanecía en la subprefectura de la ciudad de Huanta, donde fue encontrado por el historiador Ponciano del Pino.

(2) 16 Véase Hilel Cohen, Army of Shadows, Palestinian Collaboration with Zionism, 1917-1948, Berkeley, University of California Press, 2008, p. 25., citado en ¡OLVIDAR EL SEMITISMO! Joseph Massad.


Publicado por Odio de Clase

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