En Perú, un país con una economía pujante y en pleno desarrollo existe un tema del que poco se habla pero que cada vez más se cobra más vidas: los suicidios.
Las razones que motivan a muchas personas a acabar con su vida de manera repentina son múltiples y llama la atención de muchos especialistas y organizaciones de salud por lo constante de su fatalidad, lo que lo perfila como una emergencia en materia de salud mental.
Sobre todo, cuando se toma en cuenta la cantidad de jóvenes que deciden terminar con su vida: desde desilusiones amorosas, situaciones de acoso en centros de educación o inconformidad en el entorno familiar, saltan a relucir cuando se analizan los casos.
Depresión, principal causante
Para el director del Instituto de Salud Mental del Perú (INSM), Humberto Castillo, la conducta depresiva se hace constante al analizar perfiles de personas que terminan su vida de manera violenta y es una situación que debe tratarse con tiempo y sin dejar de vigilar, debido a que poco a poco, ataca a la persona que la sufre.
Castillo, quien es reseñado por el portal RPP ante el reciente suicidio de una joven de 17 años, que se precipitó desde las alturas del hotel Sheraton de Lima y que fue ampliamente comentado en redes sociales y medios de comunicación, dijo que en estos casos "se evidencian ciertas distorsiones en sus emociones, las personas entran en estado depresivo, se ponen tristes y se sienten culpables".
Indicó que en los últimos años, muchos peruanos han fallecido por esta causa y en su mayoría no cuentan con un tratamiento base para impedir que ocurra.
En su opinión, es importante el soporte familiar pero de la mano de una atención médica adecuada.
En Perú, aclara Castillo, "cerca de 80 por ciento de los suicidios corresponde a problemas depresivos y en su mayoría son jóvenes".
Hablan los expertos
Las cifras son alarmantes.
Según registros del INSM, ocurren en Perú de 1 a 3 suicidios al día, 8,9 por ciento de los peruanos alguna vez ha tenido esa idea en la cabeza y 70 por ciento de los casos corresponde a la depresión, 15 por ciento a la esquizofrenia y 10 por ciento a trastornos de personalidad y adicciones.
Para el psiquiatra Carlos Bromley, se requiere una mayor atención general de la salud mental en la población, debido a que una depresión no controlada, fácilmente deriva en un potencial suicidio.
Bromley aclaró que son muchos los detonantes de esta situación: "fracasos sentimentales, problemas en el hogar, separación de padres, entre otros".
Este tema, considerado de suma importancia para la sociedad peruana, inclusive ha tenido eco en los comunicadores sociales.
A propósito del suicidio del Sheraton, ha surgido una iniciativa tratar con un carácter más "ético" estos hechos.
El portal Altavoz publicó un artículo donde expone ciertas consideraciones a tomar en cuenta para poder informar sin caer en el mero sensacionalismo, algún suicidio en particular.
Entre sus recomendaciones, insiste en consultar un especialista que indique las causas y motivaciones para este tipo de hechos, con estricto carácter médico.
Thomas Ramírez Salas