Terminó la era Eduardo Montealegre, ¡paz a sus restos!
Eduardo Montealegre el ahora ex presidente del Partido Liberal Independiente (PLI), terminó mal su vida política.
Ahora ya es un descartable cadáver político acompañado por un pequeño grupo de 300 personas a las que ha mantenido estafadas, y que son los que muy pronto se encargarán de sepultarlo.
En su negro historial y oscura carrera dentro de la política nicaragüense, el llamado “Ratón” Montealegre acumula largos años de politiqueras confrontaciones, maniobras, engaños, estafas, enredos, disputas, mentiras y Litis partidarias.
Precisamente ese rosario de amañadas maniobras baratas acabó con su pésima gestión y polémica actuación en varias facciones del liberalismo.
Entre los muchos desaciertos de su inestable vida política, sobresalen las cambiantes militancias y de bandos en los que participó, y de los cuales fue expulsado por ese marcado espíritu arribista que siempre mostró.
Mordiendo la mano que le daba de comer, traicionó a cuantos correligionarios le tendieron una mano de ayuda.
Comenzó sus andanzas con Arnoldo Alemán en el PLC, después se confabuló con el traidor de Enrique Bolaños, para robarle el PLC a Alemán. Los arnoldistas cerraron filas y se defendieron en contra de esa traición montada por la dupla Bolaños-Montealegre.
Después de ser bolañista, siguió dividiendo al liberalismo y se fue a tomar de manera fraudulenta el Partido Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), a pesar que logró robarse ese partido, ya en los círculos políticos del liberalismo era visto como un maquiavélico manipulador y ambicioso político con ínfula de grandeza y presidencialitis. Formando parte de ALN, se quedó con la presidencia de ese partido desplazando a sus verdaderos dirigentes.
El pasado 8 de marzo Eduardo Montealegre recibió un golpe mortal a sus pretensiones de quedarse con el Partido Liberal Independiente (PLI) y bajo un mandato de la Corte Suprema de Justicia, lo quitaron de la presidencia de este partido.
Abatido y desesperado no ha querido acatar la resolución, cometiendo un grave delito electoral que lo puede llevar a la cárcel.
A 5 meses de las Elecciones Presidenciales del 2016, la legal designación de un nuevo representante legal del PLI, el liberal Pedro Reyes Vallejos, es en boca de los analistas políticos un terremoto político que cambia el panorama político electoral, acabando con la vida política del movimiento partidario de Eduardo Montealegre y compañía.
A pesar de estas malas credenciales que acumula Montealegre, la opinión pública a fin am un reducido sector minoritario de la derecha, lo identificaba con los extremistas que creen que es por la vía violenta que se debe solucionar los problemas del país.
No olvidemos que su llegada a las presidencias de esas facciones liberales dentro de la oposición siempre fueron cuestionadas.
Nunca estuvieron tranquilas. Tras haber llegado a cada uno de los cargos partidarios o públicos, se le cuestionó su pasado como malandrín y corrupto enriqueciéndose con los famosos CENIS, gran caso de la de corrupción neoliberal en Nicaragua.
Se habló de un robo por más de 200 millones de dólares dirigido por el propio Montealegre.
Pero ya todo es historia, al momento solo cuenta que la justicia ha saldado cuenta con unos de los personajes más corruptos y puñaleros que ha tenido Nicaragua.
Ya pasó una semana, la era Montealegre llegó a su fin, pero será en las próximas elecciones del 6 de noviembre 2016 cuando país también deberá recordar todo lo malo que hizo, y castigue los métodos de engaño y estafa que estableció en la oposición privilegiando los dedazos ayudando a sus compinches y aquellos candidatos perdedores, que toda la vida han tenido el rechazo del electorado.
Terminó la era Eduardo Montealegre, ¡paz a sus restos!
Managua, 11 junio 2016
Víctor Boitano Coleman
Ex candidato a Diputado Alianza Liberal
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