Alemania ha sido el centro de la política de tolerancia hacia las minorías desde hace décadas, luego de la Segunda Guerra Mundial pero, últimamente, la derecha alemana ha comenzado a cobrar fuerza.
Los ataques terroristas perpetrados por los islamistas radicales en la capital francesa, junto al flujo sin precedentes de migrantes de Oriente Medio, se han convertido en un ensayo para la voluntad del pueblo alemán de respetar los derechos de las minorías, publica 'The Washington Post'.
Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial hay un partido que intenta limitar existencialmente a toda una comunidad religiosa
El partido político alemán de ideología euroescéptica, Alternativa para Alemania (AfD), se ha pronunciado contra "la expansión y la presencia del número creciente de musulmanes" en el país. AfD afirma desear proteger los derechos de la mujer, la seguridad nacional y la cultura alemana.
Exmiembro y fundador del partido Alternativa para Alemania Bernd LuckeFREDRIK VON ERICHSEN / DPAAFP
Según las últimas encuestas, el partido cuenta con el apoyo de uno de cada seis votantes potenciales.
Esta fuerza política exige la prohibición del velo en las escuelas y universidades y se está preparando para lanzar un "manifiesto" antiislámico basado en "la investigación científica".
En la ciudad de Érfurt, capital de Turingia, Alternativa para Alemania pasó de las palabras a las acciones e impidió la construcción de la primera mezquita.
"Este tema es demasiado importante quedarse en silencio", dijo el político local del AfD, Stefan Möller.
"Lo debemos hablar ante nuestro país. Somos patriotas", agregó.
Este año, al menos dos universidades alemanas han cerrado las salas de oración musulmanas, argumentando que los centros de educación superior deben ser laicos y que el islam no debe recibir un "trato especial".
La oración del viernes en la mezquita del jeque Abu Bakr en la Comunidad Islámica de Colonia, AlemaniaWolfgang RattayReuters
Durante este año Alemania, al igual que otras partes de Europa, ha visto una oleada de ataques contra mezquitas y, además, varios intentos de provocar incendios o cometer actos de vandalismo contra las casas de oración musulmanas.
Islamofobia: moneda de cambio político
Los líderes musulmanes contemplan la creciente oposición al islam en Alemania como parte del mismo fenómeno que ha convertido a la religión musulmana en un tema de campaña política en Estados Unidos, Francia, Austria, Países Bajos, Polonia y otros países de Europa.
"Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial hay un partido que intenta limitar existencialmente a toda una comunidad religiosa y amenazarla", consideró Aiman Mazyek, presidente del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania.
"Esto nos recuerda a los tiempos de Hitler", apostilló.
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La oposición política en Europa a las formas más conservadoras del islam ha estado creciendo durante años.
En el 2009 Suiza prohibió la construcción de una nueva mezquita, y un año más tarde, Francia aprobó una ley que prohíbe el velo en público.
Pero los líderes musulmanes no se preocupan mucho por unos casos aislados de islamofobia, pero temen que surja unsentimiento antiislámico en todo Occidente.
Y estas preocupaciones están justificadas tras cada nuevo informe sobre un atentado en Europa, fustrado o perpetrado, planeado e ideado por unos fanáticos que se posicionan como adeptos del islam.