La libre orientación sexual es un tema que, en no pocos medios, se aborda desde la más absoluta frivolidad (1).
Un ejemplo.
No parece que ayude a dar un tratamiento informativo serio, como el que merece la lucha contra la homofobia en un país como Cuba (2), el incluir este asunto en la sección de “corazón, famosos y celebridades” de uno de los diarios españoles de mayor tirada: “El Mundo” (3).
El titular de un reportaje firmado por la periodista Laura Novo (4) tampoco parece contribuir a un acercamiento responsable a este asunto: “Mariela Castro, hija de Raúl, el `hada madrina´ de los gays cubanos”, leíamos.
Como era de esperar, en el texto no faltaba ni uno solo de los tópicos mediáticos más clásicos en relación a la homofobia en Cuba.
Uno, que el socialismo y la defensa de los derechos de la comunidad LGBTi son términos y luchas incompatibles.
“El Mundo” aseguraba que “el tema con el que (Mariela Castro) ha hecho bandera dista mucho de la defensa enconada del socialismo”.
Curioso, porque el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado hace solo un mes, se posicionaba de manera clara contra toda discriminación por orientación sexual o identidad de género (5).
Segundo tópico: que los avances de los últimos años en esta materia, en la Isla, habrían generado rechazo y división dentro del Gobierno cubano.
Un mensaje repetido en los medios sobre el que -por cierto-, a día de hoy, no se ha aportado el menor dato informativo que lo corrobore: por ejemplo, la opinión y el nombre de algún dirigente opuesto a las leyes o programas aprobados.
A pesar de ello, “El Mundo” afirmaba con rotundidad que las manifestaciones contra la homofobia que se celebran, cada año, en La Habana, habrían levantado “ampollas en el sector más reaccionario del Gobierno” (6).
Tres, “El Mundo” nos volvía a presentar los hechos de discriminación de los años 60 y 70 como un fenómeno exclusivo de Cuba.
Ni la menor mención a lo que ocurría en aquellos años en otros países de América Latina; o en EEUU, donde existían entonces “leyes antisodomía” y prácticas de discriminación laboral muy extendidas (7).
Por último, el diario culpabilizaba de aquellas situaciones -¡cómo no!- a Fidel Castro, a quien se enfrentaba –en línea con otro de los clichés mediáticos actuales- con Raúl Castro, quien ahora –por contrario- sí “legisla a favor de (…) la comunidad LGTB”.
Poco importa que Fidel Castro haya declarado, en varias entrevistas, que la homofobia de aquellos años fue “una gran injusticia” (8).
Pero ¿para qué complicarse con estos y otros datos que ayuden a entender mejor la realidad pasada y presente de Cuba, si cuatro pinceladas y tópicos encajan mucho mejor en la sección de “corazón y celebridades” del diario “El Mundo”?
Notas:
(2) http://www.escambray.cu/2016/jornada-cubana-contra-la-homofobia-y-la-transfobia-respetar-la-diversidad-en-los-espacios-laborales/
(7) http://www.cubainformacion.tv/index.php/lecciones-de-manipulacion/62806-cuba-itercer-pais-de-america-latina-en-plenitud-de-vida-para-homosexuales-o-regimen-homofobo-que-los-persigue
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación