Un inspector de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) afirma haber borrado accidentalmente la única copia de un polémico ‘informe de torturas’ que describía el uso mejorado de estas técnicas de interrogatorio de la institución.
Aparte de haberse borrado “accidentalmente” la copia en formato electrónico, también puede haber sido destruido un disco físico que contenía el citado informe.
Aunque otras agencias federales estadounidenses ya habían recibido copias del documento de la CIA, lo ocurrido alarmó a la senadora demócrata Dianne Feinstein. Ferviente simpatizante de publicar esta documentación, Feinstein contactó con el director de la CIA para contar con una nueva copia de inmediato.
Este informe de 6.700 páginas del Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. aún no ha sido hecho público por la Administración de Barack Obama, después de haber sido centro de atención durante años por no haberse hecho público.
Ya en 2014, el Comité dio a conocer un resumen de 500 páginas del informe, pero la organización Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) exigió obtener la versión completa.
Este error se produce pocos días después de que el viernes pasado un tribunal federal rechazase la publicación de la versión completa del informe a partir de una decisión en primera instancia que afirmaba que se trata de un documento del Congreso y, por tanto, queda exento de las leyes de divulgación.