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Nicaragua: Aún no hay lugar para burbujas en el sistema financiero nacional


La demanda de dinero en Nicaragua es exclusivamente para fines transaccionales, es decir, es una función del ingreso de las personas y no es explicada por la tasa de interés porque en el país prácticamente no existe la demanda de dinero para fines especulativos, por lo cual las burbujas en el sistema financiero están excluidas. 

Así lo demuestran los análisis que he realizado sobre el mercado monetario nicaragüense.

La banca comercial de Nicaragua es una banca de consumo, sin relaciones importantes con el sistema productivo de bienes del país para financiar el capital de trabajo, mucho menos para financiar la inversión, excepto los créditos hipotecarios destinados a las familias y que participan con el 13.5% en el saldo total de préstamos otorgados por el sistema financiero nacional.

Las familias son el prestatario más importante de las instituciones financieras radicadas en el país. El 75% del total de los préstamos corresponde al crédito para la importación (bienes de consumo duraderos y no duraderos), créditos personales (vehículos), financiamiento del consumo a través de tarjetas de crédito y préstamos hipotecarios (vivienda). Sólo el 25% de la cartera de préstamos es destinada a las actividades agrícola, pecuaria e industrial manufacturera.

Otra razón que ayuda a demostrar que no hay lugar para burbujas en el sistema financiero es que aún no llegan al país flujos de capital golondrina al país, que permanecen por corto tiempo y salen intempestivamente del país, que podrían generar burbujas en varios sectores de la economía, no sólo en el financiero. Este capital golondrina podría incluso quebrar países, como ocurrió en el sudeste asiático en julio de 1997.

Una razón más de que no hay lugar para burbujas especulativas o financieras en Nicaragua es que el mercado monetario es bastante primitivo. La demanda de activos líquidos está limitada al dinero, numerario o moneda local que circula fuera del sistema financiero y depósitos de córdobas en cuenta corriente conocido como M1, cuasidinero o depósitos de ahorro y a plazos en córdobas que sumado a M1 es igual a M2, y depósitos de todo tipo en moneda extranjera en el sistema financiero nacional, que sumado a M2 es igual a M3. 

Sólo disponemos de tres agregados monetarios en Nicaragua. Las tarjetas de crédito para el consumo todavía no se incluyen en un M4, mucho menos los bonos y títulos valores para pasar a M5, M6 y a otros niveles superiores. A lo anterior se agrega una Bolsa de Valores que también muestra un desarrollo incipiente.

En Nicaragua, el saldo nominal (incluyendo la inflación) del crédito aumentó 23% y el saldo nominal de los depósitos se incrementó 14% a lo largo de 2015, pero los calces en moneda nacional y moneda extranjera del sistema financiero nacional, es decir la razón de activos con respecto a los pasivos, no indican la presencia de posibles disturbios financieros, aunque siempre es necesario que el Banco Central de Nicaragua (BCN) y la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras (SIBOIF) monitoreen cercanamente el comportamiento de estas variables. 

Con un Producto Interno Bruto (PIB) Nominal que creció 13% el año pasado, la razón Crédito/PIB es del orden de 36%, un nivel que no presenta ningún riesgo macroeconómico al demostrar que los agentes económicos (productores y consumidores) se encuentran normalmente endeudados con el sistema financiero nacional.

En conclusión, en Nicaragua aún no están presentes los elementos para la formación de burbujas financieras. 

El crédito del sistema financiero es destinado principalmente al consumo, con recuperación inmediata o con débito automático, y la mora está en un nivel muy bajo.

 El sistema bancario presenta actualmente una estructura estable y el riesgo de las devaluaciones que provoque una estampida de los depósitos en moneda local no existe con un tipo de cambio reptante con devaluaciones anuales preanunciadas en forma consecutiva durante los últimos 12 años y, consecuentemente, no alimenta la formación de burbujas especulativas. No hay lugar para la formación de burbujas.

Lo que sí es un grave problema es la excesiva dolarización extraoficial de la economía nicaragüense, al representar los depósitos en dólares el 69% de la liquidez global (M3), mientas que las dos razones de dolarización financiera muestran niveles que vuelven inefectiva a la política monetaria: los préstamos entregados en billete verde representan el 90% de la cartera total de préstamos y los depósitos en dólares participan con el 75% en el total de los depósitos del sistema financiero nacional. 

Pero esto es otro problema.

https://nestoravendano.wordpress.com/2016/05/03/aun-no-hay-lugar-para-burbujas-en-el-sistema-financiero-nacional/

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