Michel Temer asumió este jueves como presidente interino de Brasil sin apoyo del pueblo brasileño durante una ceremonia privada celebrada en la sede del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Durante su primera intervención como mandatario interino, recalcó que su primera medida será "recuperar" la economía de Brasil a través de convenios con el sector privado. "El Gobierno no puede sobrellevar todas las demandas de un pueblo, se necesita la inversión privada y eso es lo que yo haré" dijo.
El político, acusado de corrupción, dijo que mantendrá los programas sociales emprendidos por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Sin embargo, ignoró que esos programas fueron apoyados por 54 millones de votos en las elecciones democráticas de 2014.
Tampoco mencionó que Rousseff fue elegida por esas 54 millones de personas para un segundo periodo (hasta el 2018), el cual acaba de ser interrumpido mediante un golpe de Estado parlamentario.
Temer pasó a ser el presidente interino de Brasil luego de que la mandataria Rousseff fuera separada de su cargo por seis meses para enfrentar un juicio político, pese a que no existen pruebas en su contra por supuestos actos de corrupción durante su Gobierno.
¿Qué sigue tras el juicio político de Dilma Rousseff?
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se vio obligada a separarse de su cargo por un período no mayor a 180 días, luego de que el Senado aprobara la ejecución del juicio político con 55 votos a favor, 22 en contra y 1 abstención (de 78 de los 81 miembros del cuerpo colegiado).
En este período las autoridades brasileñas se encargarán de encontrar las pruebas que no fueron presentadas ni en la Cámara baja, ni en el Senado y que pese a ello fue aprobado el juicio político, un hecho que es considerado por analistas como un golpe de Estado a una mandataria electa a través del voto popular por más de 50 millones de personas.
La acusación contra Rousseff es la supuesta violación de normas fiscales al presuntamente incurrir en maniobras contables "ilegales" para "maquillar" los resultados del gobierno en 2014 y 2015, modificar los presupuestos mediante decretos, acumular deudas y contratar créditos con la banca pública.
Líderes de toda Latinoamérica han expresado su rechazo al golpe de Estado parlamentario en Brasil y han reiterado que Rousseff sigue siendo la presidenta constitucional.
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