Otra prisionera detenida por la violencia política de los años 80 del siglo pasado ha cumplido su pena íntegra de 25 años de carcelería efectiva y debió ya salir en libertad.
Pero nuevamente la reacción peruana ilegalmente impide su libertad abriéndole un proceso por el "caso MOVADEF", caso con el que se persigue a una organización política y en el que los actualmente encarcelados no tienen participación alguna, pero que se judicializa negando el derecho de pensamiento, de expresión y organización garantizados por la Constitución peruana.
Incluso los principales detenidos por este caso ya han sido liberados pero a Victoria Trujillo se le mantiene encarcelada, en forma asimilar que a Osmán Morote y Margot Liendo, quienes habiendo también cumplido sus penas íntegras de 25 años de prisión, son comprendidos en el "caso Soras" por hechos sucedidos hace 30 años e impedidos de ser liberados como legalmente les corresponde.
El odio y la venganza de las clases dominantes, hace que nieguen sus propias leyes y desnuda su falsa democracia de la que tanto alardean.
Levantan el fantasma del "terrorismo" para criminalizar las luchas populares y avanzar lo más posible en su camino capitalista de opresión y explotación, a sabiendas que ya la guerra terminó hace tiempo y que los propios presos políticos han planteado la necesidad de una amnistía general para civiles, policías y militares en función de una reconciliación nacional que posibilite mayor democracia y desarrollo.
Llamamos a los verdaderos demócratas, a las personas de recta conciencia y principalmente a nuestro querido pueblo y sus organizaciones así como a la opinión pública nacional e internacional a pronunciarse por el respeto pleno de los derechos fundamentales de las personas y, por consiguiente, por la libertad de los prisioneros que han cumplido sus penas y tienen derecho a salir en libertad.
CARTA DE LA PRISIONERA POLÍTICA VICTORIA TRUJILLO AGURTO
A quienes me conocieron en alguna etapa de mi vida hasta hoy y a quienes me conocerán a partir de hoy:
Fue el puerto del Callao y en particular el distrito de La Perla el que me vio nacer. Desde niña nunca fui indiferente a lo que ocurría a mi alrededor, sobre todo si se trataba de alguna injusticia o abuso contra las personas.
Esta forma de sentir con el tiempo se desarrolló y transformó en sensibilidad social y esto motivó que a los 18 años empezara a estudiar la carrera de Tecnología Médica en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la más prestigiada del país.
Esta misma sensibilidad social me llevó a tomar parte activa en la lucha popular de fines de los años 70 del siglo pasado y en particular en la lucha estudiantil conjunta con los trabajadores y profesores universitarios y más ampliamente en la creciente protesta popular en la capital del país, Y, sobre todo, desarrollando mi convicción ideológica y política decidí servir al pueblo en la lucha revolucionaria por transformar la sociedad dirigida por el PCP en los años 80, siendo parte del más grande movimiento social revolucionario de la historia peruana, razón por la que fui detenida, torturada, juzgada y sentenciada por el llamado delito de terrorismo a la pena máxima de 25 años.
Hoy, noviembre del 2015, que han pasado más de 26 años desde mi detención en 1989 y pese a haber cumplido mi sentencia condenatoria, sigo detenida.
El reaccionario Estado peruano -como lo ha hecho con dos de mis compañeros- ha maquinado impedir mi libertad al abrirme un nuevo e ilegal proceso judicial con el fin de mantenerme de por vida en prisión.
Luego de 25 años estoy con “detención preventiva” sin existir fundamento legal alguno.
Por tanto mi detención es arbitraria e ilegal.
No obstante, con el optimismo que me caracteriza, sigo bregando con más decisión por una Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional; sigo cantándole a la vida y ¡Luchando por mi libertad!
Noviembre del 2015
Victoria Trujillo Agurto