El Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de Rusia ha publicado su previsión anual 'Rusia y el mundo: economía y política exterior', donde, entre otros asuntos, analiza las perspectivas de desarrollo de la política exterior estadounidense en 2016. Estas son las claves de su evaluación.
La lucha contra el terrorismo internacional
Reuters / Jessica Rinaldi
La seguridad nacional se convertirá en uno de los temas de las 'batallas' políticas nacionales en 2016. El problema de seguridad tiene hoy en día más relevancia en el país tras el atentado en San Bernardino, California, y debido a la creciente amenaza terrorista.
El 2 de diciembre, los terroristas Syed Farook y Tashfeen Malik llevaron a cabo un tiroteo en un centro para discapacitados en la ciudad de San Bernardino, que se cobró la vida de 14 personas. Los debates políticos sobre aquellos hechos trágicos han demostrado que en caso de nuevos ataques terroristas en Estados Unidos, el Gobierno de Barack Obama puede convertirse en el blanco de las críticas de los republicanos, que consideran insuficientes las acciones del actual presidente contra la amenaza terrorista.
Por otra parte, un ataque terrorista a gran escala en Estados Unidos podría afectar significativamente la posición del Gobierno hacia Oriente Próximo.
La situación en Oriente Próximo
Reuters / Goran Tomasevic
Según el documento, el Gobierno de Obama intensificará la lucha contra el Estado Islámico en el territorio de Irak, pero no desplegará una operación militar terrestre. En 2016 Obama tendrá que dejar una posible campaña militar en la región al nuevo presidente.
Washington tendrá desacuerdos con los miembros de la coalición internacional contra el Estado Islámico liderada por EE.UU. Pese a que el país norteamericano apoya a Irak en sus disputas con Turquía, puede empezar a promover la soberanía del Kurdistán iraquí. En 2016 Estados Unidos con el apoyo de los aliados europeos aumentará la presión sobre Ankara a causa de la necesidad de reforzar el control en la frontera turco-siria.
EE.UU. mantendrá un nivel moderadamente alto de presión política sobre el Gobierno sirio, reconociendo parcialmente la validez de las acciones de Bashar al Assad contra el Estado Islámico y su estatus de fuerza política principal en los territorios bajo su control. Sin embargo, Washington se opondrá a los intentos de legitimar este estatus de Al Assad a través de elecciones.
La nación norteamericana seguirá criticando públicamente las acciones de Rusia en Siria en el marco del operativo antiterrorista de Moscú. Sin embargo, en realidad la interacción entre los militares y las agencias de inteligencia de los dos países en Oriente Próximo podría estrecharse. Turquía, Catar, Arabia Saudita y el Reino Unido posiblemente intenten limitar esta cooperación ruso-estadounidense.
Asia y el Pacífico
Reuters / Yuya Shino
El tema más importante para la política exterior de Estados Unidos en Asia-Pacífico en 2016 es el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés). En esta cuestión mucho dependerá de si el Congreso está listo para apoyar esta iniciativa en el periodo requerido (90 días a partir de la presentación del proyecto de ley por el presidente).
En caso de apoyo, EE.UU. seguirá con la realización del TPP en sentido amplio, lo que no solo implica una zona de libre comercio, sino también un espacio de normas comunes y principios de regulación en los ámbitos comerciales y financieros, así como en el área de mecanismos legales para proteger los derechos de autor y la propiedad intelectual.
La dinámica de la aplicación de los programas del desarrollo militar chino y un mayor crecimiento de su gasto militar llevará a que Washington critique las acciones de Pekín y lo acuse de aspirar a dominar la región.
Las relaciones con la UE y con la OTAN
Reuters / Jim Young
A lo largo de 2016 EE.UU. centrará su atención en dos temas principales: el diálogo con la UE y la OTAN para garantizar su seguridad no militar y la creación de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP).
En cuanto al TTIP, para el Gobierno de Obama es crucial finalizar el acuerdo con la Unión Europea antes del final de su presidencia. Pese a las considerables dificultades que enfrenta el proceso de negociaciones existe una posibilidad bastante alta de que se pueda llegar a un acuerdo en 2016. Sin embargo, probablemente no haya tiempo para que el documento sea aprobado por el Congreso este año.
El Gobierno de Obama tratará de forzar a la Unión Europea a mantener la solidaridad en el tema de las sanciones económicas contra Rusia, pero hay una posibilidad de que aumenten los desacuerdos en este tema entre EE.UU. y sus socios europeos.
En cuanto a las tensiones entre Rusia y Turquía, Estados Unidos tratará de minimizar los intentos de Ankara de provocar a la OTAN a participar en la confrontación con Moscú.
Las relaciones con Rusia
Estos tres temas serán de particular importancia en el desarrollo de la cooperación con Rusia en 2016:
- la seguridad en Europa, principalmente en relación con la amenaza terrorista;
- Siria e Irak, la confrontación con el Estado Islámico y el terrorismo internacional;
- la situación política y económica en Ucrania.
En las dos primeras áreas es posible que aumente la fluidez de la comunicación entre Rusia y EE.UU. y la OTAN, sobre todo si los riesgos para la seguridad europea crecen. En cuanto a Ucrania, la situación no solo dependerá de las posiciones y acciones de Moscú y Washington, sino también de si la crisis económica y política en Ucrania se agrava.
Obama no querrá dejar al próximo presidente la posibilidad de normalizar las relaciones con Rusia. Se excluye el levantamiento de las sanciones políticas contra las empresas y los ciudadanos rusos en los próximos años.