El gobierno del presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, ha vivido un año 2015 sumido en la impopularidad y en resultados poco alentadores en materia económica, que han dado al traste con las altas expectativas populares con las que llegó al poder en mayo del 2014.
Solís, del centro izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), asumió la Presidencia tras arrasar en una segunda ronda electoral con el 78 por ciento de los votos, algo nunca visto en el país, pero poco a poco su popularidad ha ido decayendo.
La principal promesa de campaña del mandatario fue la de aplicar un “cambio” en la manera en que el país había sido gobernado durante las pasadas tres décadas entre el Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Sin embargo, tras año y medio en el poder los resultados económicos no han sido los mejores.
La más reciente encuesta del Centro de Investigación en Estudios Políticos (CIEP) de la estatal Universidad de Costa Rica (UCR), publicada en septiembre pasado, reveló que el 59.5 por ciento de los costarricenses cree que la labor del Gobierno ha sido mala o muy mala y solo el 16.9 por ciento piensa que ha sido buena o muy buena. Además, el 80 por ciento estima que el presidente ha cumplido “poco o nada” sus promesas de campaña.
En la medición anterior del CIEP, realizada en noviembre del 2014, las calificaciones negativas al Gobierno llegaban al 34.5 por ciento y las positivas al 30.8 por ciento.
“Mi administración asumió el poder con el compromiso de hacer un cambio responsable y lo mantiene”, dijo Solís en noviembre.
El mandatario aseguró que su principal objetivo en materia económica es revitalizar la economía interna y seguir fortaleciendo la externa.
Solís destacó que ha reactivado el Consejo Nacional de la Producción para el apoyo de los productores locales y que logró la puesta en marca de la Banca para el Desarrollo, la cual brinda créditos a pequeñas y medianas empresas.
También destacó que su gobierno ha “cambiado la política social tras décadas de estancamiento” con iniciativas como Puente para el Desarrollo, que busca una atención integral de las familias pobres y de otros planes destinados al combate al desempleo.
Solís aseguró que el desempleo y la pobreza se han reducido levemente y que espera que esto se convierta en “tendencia sostenible”.
Los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) indican que la pobreza en el 2015 se ubicó en 21.7 por ciento de los hogares, 7.2 por ciento de ellos en pobreza extrema, mientras en 2014 los porcentajes fueron de 22.4 por ciento y 6.7 por ciento, respectivamente.
http://www.laprensa.com.ni/2015/12/16/politica/1955228-popularidad-de-solis-a-pique