Hace bien el primer ministro iraquí Haider en considerar un acto de guerra el despliegue de soldados extranjeros (léase EE.UU.) sobre el terreno.
Sabe de sobra que dicho despliegue responde a dos causas: reforzar al Estado Islámico que se ha quedado estancado en ese país y evitar que Rusia lo derrote definitivamente en la región.
El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, precisó que su país no ha solicitado a naciones extranjeras el despliegue de tropas de tierra en Irak, y advirtió que, en caso de producirse, ello será considerado como un acto de agresión.
La declaración ha sido publicada en la página oficial de Facebook de Al Abadi después de que el coronel del Ejército de Estados Unidos (EE.UU.), Steve Warren, afirmara que una nueva fuerza de alrededor de 100 tropas de operaciones especiales se desplegaría en Irak para incorporarse a la campaña militar contra los terroristas del Estado Islámico.
Agencias
Publicado por JM Álvarez