Como cada mañana Yanetsi se despereza y mientras sintoniza la radio mira para sus hijos y siente tranquilidad. Así lo asegura esta madre espirituana, quien tiene la plena certeza de que van a ir a la escuela y van a estar custodiados y protegidos, no sólo desde el punto de vista físico sino también desde el punto de vista cultural.
En Cuba los niños son libres, afirma nuestra entrevistada. No existe el peligro de que alguien los robe para extraerle los órganos, o simplemente para servir como mera mercancía a través del tráfico de menores.
Sobre el particular, un padre espirituano declara a Radio Rebelde que el único miedo que siente cuando sabe que sus hijos desandan las calles cubanas es cómo se enfrentan ante las señales del tránsito. Habrá que continuar inculcándoles sobre cultura vial para prevenir una máxima de los tiempos que corren. Para él, Cuba resulta un país muy tranquilo, su único temor ronda sobre la situación económica. Si mejoramos este renglón, los cubanos seremos los ciudadanos más felices del Mundo, agrega.
A pesar de los rigores de la cotidianidad en Cuba se respira un clima de seguridad ciudadana. Un conjunto de leyes y organismos se encargan de la protección de los derechos, asegura la jurista Meyelín Ascanio quien resalta que tales normativas garantizan la existencia de bajos índices de violencia y criminalidad.
Cada año crece la cifra de turistas que vistan la isla a donde llegan atraídos por la realidad cubana. Llegan a Cuba y se pasean libremente por sus calles, un indicador que demuestra que vivimos en el país más seguro del Orbe.
Para Silvia, una elegante mujer procedente de Suiza, visitar la nación cubana le satisface sobremanera, una isla que aún no conocía, y en la que se siente muy segura en su ir y venir diario.
Miles de razones para que Yanetsi cada mañana se desperece, mire a sus hijos, y se sienta segura del país en que le tocó vivir. Está consciente de que no vive en el paraíso terrenal pero tiene la certeza aunque algunos por ahí sólo quieran ver sus manchas, de que Cuba se erige como una luz que destella al Mundo.