EE.UU. está realizando una ofensiva sin precedentes contra América Latina curiosamente frente a democracias de corte occidental pero no imperialistas.
Dilma Rousseff (que se muestra indignada) deberá pasar ante una comisión parlamentaria que decidirá si la depone como presidenta por un caso, nada claro, de supuesto cobro de comisiones ilegales acaecido el año pasado.
Creemos que lo justo sería destituirla o no, una vez que la justicia se manifestara en el sentido que fuera. Mientras tanto un IMPUTADO como Macri es presidente electo de Argentina.
Amigos, las cosas son así de claras: queda Venezuela como fundamental. Si Venezuela cae, será el fin de la UNASUR, de la Celac, del ALBA de la independencia de los países latinoamericanos más relevantes.
Ello dará paso al ALCA la revitalización de la OEA que maneja EE.UU y a un nuevo e ignominioso periodo de sumisión, servilismo y esclavitud frente a los genocidas del norte.
De darse esa situación, de perderse todo ¿qué sentido habría tenido lo que se hizo, o se hace, es decir, además de lo positivo, lo negativo de permitir que la burguesía, tuviera o tenga las manos libres?
Hemos apoyado y apoyamos esos procesos porque al menos aspiran a un desarrollo independiente, sin tutelas externas pero llegaríamos a la lectura de siempre: solo la lucha armada y la instauración de una democracia popular y dictadura para la burguesía, tiene posibilidades.
Sí, es cierto. Confrontaría millones de dificultades, máxime en las circunstancias contextuales del mundo de hoy pero recordemos que también los movimientos populares sufrieron esa situación cuando cayó la Comuna de París, se quedaron huérfanos en un mundo totalmente hostil; sin embargo la continuación de la lucha político-militar, la organización vinculada a la clase social y la presencia de una explotación monstruosa, dio paso a la revolución soviética.
En ese sentido ¿quizás no existen millones de hambrientos, desesperados que vieron, y ven, en esos procesos latinoamericanos un futuro para ellos?
Nada tendrían que ganar y mucho que perder echándose al monte, aunque la guerra popular revolucionaria durara cien años.
Publicado por JM Álvarez