Pablo Gonzalez

El hedor terrorista de la CIA y el Mossad en el ‘accidente’ del avión ruso siniestrado en Egipto

224 INOCENTES NUEVAMENTE ASESINADOS POR EL TERRORISMO DE FALSA BANDERA. 

FABRICANDO UNA FALSA BANDERA TERRORISTA CONTRA RUSIA. UN ACTO DE GUERRA DECLARADA CONTRA MOSCÚ

Los accidentes de aviones no son algo que suela ocurrir a menudo. 

Se estima que una media de veinte accidentes pueden suceder cada año (estadística de 1990-1999). 

Sin embargo, hay siniestros aéreos sobre los que caen aluviones de sospechas nada más producirse, en particular, por darse una serie de circunstancias, razonables y fiables, que inducen a ello. 

El, vamos a llamarle, irónicamente, ‘accidente’ del sábado pasado en el Sinaí egipcio, donde 224 pasajeros mayoritariamente de nacionalidad rusa (resulta llamativo, ¿verdad?) y unos pocos ucranianos perdieron la vida al explosionar en el aire un avión de la compañía aérea MetroJet, habría que empezar a clasificarlo como tal, es decir, como un suceso sospechoso de convertirse en un crimen terrorista planificado y ejecutado por los criminales de siempre. 

Es cierto que, de partida, el oficialismo ruso se ha lanzado (precipitadamente) a descartar un ataque (de cualquier tipo) por parte de los monigotes terroristas de EEUU e Israel. Quizás Rusia esté mostrando solamente sus cartas diplomáticas a la espera de algo más o, simplemente, prefiera no remover la mierda ni escalar la tensión ya que el imperio, se ha comprobado, está dispuesto a todo. 

Pero ya no hay diplomacia que valga.

La reivindicada acción terrorista de disparar al avión civil ruso por parte de los matarifes de Obama y Netanyahu, desde tierra, tenía la pinta de ser un farol, puesto que el disponer de armas tácticas con capacidad tecnológica para derribar una aeronave a esa altitud (10 mil metros, más o menos) no estaría a su alcance. 

El Pentágono no está para derrochar pasta gansa con sus piojosos asesinos de “Alluah Akbar”. 

Lo que no opta para considerar el hecho, legítimo, de que el Airbus ruso fuese derribado a través de un caza o similar.

 La otra posibilidad que se baraja, y sobre la que tengo la convicción más clara, es que una bomba fue plantada a bordo del aparato (en las horas previas a su despegue o durante la noche) en el aeropuerto de Sharm el-Sheikh, desde donde partió el avión. 

Por tanto, el aparato ruso destruido en el Sinaí sería, en mi opinión, una más que concluyente falsa bandera terrorista, con dos coartadas a propagar. 

La más sencilla (y burda), el siempre fallo técnico-mecánico que nunca falta a la cita y la otra, el ataque atribuido a una de las tantas facciones islámicas terroristas creadas por la CIA y el Mossad que opera en el Sinaí.

La clave política, a la hora de desenmascarar este más que evidente ataque terrorista, resulta inevitable ponerla encima de la mesa por mucho que se quiera buscar un ridículo “accidente a la carta” (fallo interno) cuando un avión se precipita dramáticamente hacia tierra. 

Este no es el caso. Los aviones algunas veces fallan por causas técnicas, pero otras…son “fallados” por acciones terroristas (fundamentalmente, de Estado).

 Por poner algunos ejemplos de ambos supuestos: el vuelo de GermanWings de este año que cayó en territorio francés –aunque tuvo un tufo colateral muy extraño; el del piloto “suicida”-, o el avión de Air France, de hace unos años, a poco de salir de Rio de Janeiro y que fue a parar al Océano Atlántico debido a una torpeza letal de los pilotos que decidieron atravesar, temerariamente, una peligrosa tormenta eléctrica. 

Por otra parte, estarían los vuelos MH17 y MH370, abatido el primero en Ucrania por cazas del régimen del dictador chocolatero Poroshenko y el segundo “desaparecido”, presumiblemente, en la isla militar de Diego García. Más lejano en el tiempo, el atentado perpetrado contra la línea Cubana de Aviación, en 1976, por esbirros anti-castristas a sueldo de la CIA.

Aquí, en el caso del siniestro del Airbus ruso, habría condicionantes geopolíticos de todos conocidos estrechísimamente vinculados con la guerra criminal que EEUU-Europa-Israel están desatando para derrocar al presidente sirio Bashar Al Asad y la intervención militar de Rusiachafando totalmente el chiringuito terrorista del anglosionismo. 

¿Fallo técnico? Por supuesto, cabría esa posibilidad que han barajado, cómo no, los de Falsimedia a cuenta de la siempre propagada por Occidente supuesta “endémica” inseguridad de la flota aérea rusa. 

Los demás aparatos, made in USA, parece ser que nunca han “pifiado”. Habrá que revisitar las hemerotecas a ver qué ha pasado con los 747 de Boeing en los últimos cuarenta años. Iba a resultar bastante “divertido” (nada menos que 52 accidentes de ese modelo de avión, dice la Wikipedia). La obscena propaganda anti-rusa siempre surte efecto, en estos casos.

Lo cierto es que el ministro del ramo egipcio, Hossam Kamal, ha afirmado que “No tenemos ninguna evidencia de que algo raro estuviera sucediendo en el avión antes de estrellarse. No recibimos ninguna señal de SOS desde el avión”.

 Algunos se preguntan ¿Qué causó en el avión un fracaso total del sistema electrónico en un tiempo tan corto como para evitar que los pilotos pudieran realizar una llamada de emergencia? 

No hubo problemas mecánicos o eléctricos y el margen de maniobra de los pilotos fue mínimo ya que, probablemente, la explosión ocurrida a bordo les impidió solicitar ayuda a través de la torre de Control.

 Las propias autoridades egipcias están confirmando que los pilotos no mencionaron problemas técnicos o mecánicos en pleno vuelo. 

Que el piloto tratase de controlar su descenso sugiere que, efectivamente, el sistema de comunicación fue totalmente cortado desde el principio y de forma instantánea. Los accidentes debidos al deterioro o inutilización del instrumental electro-mecánico se pueden anticipar de antemano. 

Y este no fue el caso, a pesar de algún que otro bulo diciendo que el piloto o los pilotos advirtieron de “problemas” y solicitaron el aterrizaje en un aeropuerto cercano. 

Lógicamente, la caja negra del aparato debería decir algo en este sentido. Y si no confirma estos extremos, pues…mala suerte, nos habremos lanzado fútilmente a la piscina..y encima sin agua.

Pero me parece a mí que no va a haber ningún margen para la sorpresa, ni piscinazo alguno. Ejemplos. 

El subdirector de la compañía aérea Kogalymavia, propietaria del avión siniestrado, ha confirmado con rotundidad que: Solo un problema mecánico (motivado por factores ajenos al aparato) pudo provocar la destrucción en el aire del avión A321. 

Dentro de la misma compañía el director de vuelos, Alexandr Smirnov, ha dicho lo mismo, más detalladamente: un impacto mecánico es la única causa que pudo provocar la destrucción del A321 en el aire. 

El avión no puede destruirse en el aire a causa de un fallo técnico, sino estamos hablando de causas fantásticas; en teoría el aparato puede destruirse cuando sufre graves sobrecargas, pero el A321 es un aparato seguro, dotado de protecciones que no permitirían al avión sufrir sobrecargas incluso en caso de un error técnico de pilotaje, dijo Smirnov, quién remachó que “la única causa que pueda explicar la destrucción del avión en el aire podría haber sido un impacto mecánico o físico“. 

Una forma sutil de decir que abatieron el avión civil ruso, desde dentro o desde fuera. En definitiva, un brutal crimen terrorista en toda regla que se cobró la vida de más de 200 inocentes ciudadanos rusos.


Informaciones recientes apuntan con fuerza a la teoría de una bomba a bordo del avión ruso. Según un funcionario egipcio de aviación civil, en declaraciones a Daily Telegraph: es posible que el avión haya sido derribado por un explosivo colocado a bordo. 

Además este funcionario confirmó que el piloto no había emitido ninguna llamada de socorro, lo que sugiere que la aeronave sufrió un desastre de forma repentina. 

En este sentido, la teoría de una “explosión súbita en el aire” refuerza la tesis de la bomba en el interior del avión: Charles Heyman, editor de la publicación anual de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, ha dicho quela mayoría de los analistas han comenzado a pensar que se produjo una explosión a bordo del avión. 

Tal vez no una gran explosión, pero sí una explosión lo suficientemente grande como para causar que la aeronave explotara en el aire, se despedazara y luego se esparcieran sus restos sobre una gran área de terreno”. 

Por su parte, Viktor Sorochenko,un funcionario de la aviación rusa que inspeccionó el lugar del accidente, dijo que el vuelo operado por Kogalymavia “se rompió en el aire”. 

La desintegración del fuselaje se llevó a cabo en el aire. Cada vez va cobrando más fuerza el hecho de que la aeronave rusa fue objeto de un ataque terrorista programado con “anterioridad” al desastre. 

Y no, precisamente, por cuatro monos salafistas con turbante sino por asesinos profesionales que saben cómo manejar crímenes de Estado bajo falsa bandera.

La autoría terrorista del ISIS, tan publicitada a través de un video, seguramente falso, donde se muestra la explosión del avión, no deja de ser una maniobra de distracción, pero menos…No sería un “fake” del todo…puesto que el ISIS, ISIL o EI, como es sabido, no son nada más que los intermediarios, las marcas blancas, las tapaderas terroristas de la CIA, el Mossad y el MI5 para encubrir sus crímenes en Siria e Irak. 

A este respecto, Yves Trotignon, ex agente de la inteligencia francesa, señala que la reclamación de la responsabilidad de ISIL ha sido vaga. “La declaración no dice que se disparó al avión desde tierra, sino que lo destruyeron”, dijo al diario francés Le Parisien.

 “Se podría deducir, de estas declaraciones, que pudo haber explosivos a bordo u otro tipo de sabotaje”. Mientras que Mathieu Guidère, profesor de estudios islámicos en la Universidad de Toulouse, afirma que el ISIL “está muy bien establecido en el Sinaí, se ha infiltrado en casi todas las organizaciones locales y goza de aceptable infraestructura, por lo que es muy posible que un terrorista pudo sabotear el avión en el aeropuerto antes de despegar o pudo haber colocado un explosivo a bordo”.

Se le olvida decir al experto islámico francés que esa “infraestructura” terrorista no aparece de la noche a la mañana y que un Estado, con mucho poder militar y económico, tiene que proporcionársela. 

Y que para acceder a los lugares sensibles de un aeropuerto, con los controles férreos de seguridad disponibles (y más en Egipto, donde el terrorismo es moneda de curso común), y no digamos al interior de un avión, se necesitan credenciales especiales, a las que sólo tendrían acceso los propios empleados del aeropuerto (de forma restringida) y agencias de inteligencia o fuerzas policiales especiales (éstas accederían de forma ilimitada). 

Nadie se cree que un patán yihadista de tres al cuarto pueda burlar esos controles y meterse hasta la cocina del avión como si nada, salvo si, como es resabido, actuase como un agente encubierto de esas bandas del crimen organizado que responden a CIA-Mossad-MI5/6.

En definitiva, se podría afirmar que el suceso criminal que ha conducido a la catástrofe del vuelo 7K9268 tiene altas probabilidades de estar relacionado con el caos terrorista que Occidente ha provocado en Siria y, en particular y directamente, con la reciente aparición en la escena siria de Rusia abortando el engendro criminal euroamericano-sionista. 

Es difícil ignorar que la destrucción, por el ejército ruso, de las líneas de suministro a los terroristas del ISIS-ISIL-EI ha tenido que enfurecer, y mucho, a la CIA por lo que toda la logística de esta nueva operación de falsa bandera terrorista, que ha acabado con la vida de 224 personas, incrimina de forma fehaciente a la CIA y al Mossad.

 La lectura sería la misma que en otros ataques “false-flag” de todos conocidos: una seria advertencia a Putin de que el anglosionismo no está dispuesto a ceder parcelas geopolíticas en Oriente Medio, presionando a Rusia (además de con actos terroristas) con el envío masivo de yihadistas hasta las fronteras de la misma Federación rusa.

En el marco de toda esta estrategia de tensión imperialista, incluido el crimen masivo cometido contra el avión ruso, aparece la decisión del presidente norteamericano, Barack Obama, de enviar fuerzas especiales a Siria, invadiendo ilegalmente el país, sin duda toda una escalada militar provocativa del imperio estadounidense en Oriente Medio. 

El envío de esas tropas especiales (asesores, en la práctica, de la yihad) tendría como objetivo tratar de evitar más éxitos rusos contra los activos terroristas de Washington que podrían, de este modo, seguir forzando el cambio de régimen en Siria. Es decir, el envío de esos aparentemente exiguos asesores militares sería algo así como una especie de parapeto anti-ruso (a modo de “escudos humanos”) que frenarían los ataques de los helicópteros y aviones rusos contra las posiciones del terrorismo mercenario.

Putin debe seguir actuando con firmeza en Siria y desenmascarar, sin temblarle el pulso, a los que han asesinado vilmente, a través de otra falsa bandera (mediante bomba) a más de 200 de sus compatriotas, incluidos niños. Para ello debe fortalecer la alianza militar con países como China, Irán e incluso la República Democrática Popular de Corea, para aplastar, hasta el final, a las hordas terroristas de EEUU, Israel y la OTAN. El futuro de Rusia, y la Humanidad, está en juego. Como ha dicho recientemente Jim Fetzer, ex oficial de infantería de Marina de EEUU y analista en Veterans Today: EEUU (el país más peligroso de la Tierra) busca iniciar una Tercera guerra mundial, ya que todo está yendo en su contra.

ACTUALIZACIÓN

Desde el imperio llega esta información, publicada en la página web de la NBC, procedente de fuentes militares estadounidenses (¿preparando el terreno para un globo sonda o arma de distracción masiva y curarse en salud?). Atentos:

Un satélite estadounidense mostró “un destello de calor” cuando el avión ruso de Metrojet se desplomó, pero no fueron misiles, según funcionarios de EE.UU

por Jim Miklaszewski y Hasani Gittens

Mientras que muchos han especulado que un misil pudo haber impactado al avión comercial ruso que cayó sobre la península de Sinaí, en Egipto, funcionarios estadounidenses dicen ahora que las imágenes de satélite no respaldan esa teoría.

Un alto funcionario de Defensa dijo a NBC News el lunes que un satélite infrarrojo estadounidense detectó un destello de calor al mismo tiempo y en la misma zona donde el avión de pasajeros ruso se estrelló.

Según el funcionario, los analistas de inteligencia estadounidenses creen que podría haber sido una especie de explosión en el avión, ya fuese en el depósito de combustible o debido a la colocación de una bomba, pero que no hay ninguna indicación de que un misil tierra-aire abatiera al avión.
Ese mismo satélite infrarrojo hubiera sido capaz de seguir el rastro de calor de un misil desde el suelo.

“La especulación de que este avión fue derribado por un misil está fuera de cualquier planteamiento”, dijo el funcionario.

Un segundo funcionario de defensa estadounidense, de alto rango también, confirmó que el satélite de vigilancia detectó un “flash o explosión” en el aire sobre el Sinaí, al mismo tiempo que el avión transitaba por aquella zona.

Según este funcionario, “el avión se desintegró a una gran altura”, lo que fue interpretado por el satélite infrarrojo como que sucedió “una explosión de algún tipo”.

ACTUALIZACIÓN


Falta la mierda, pero para el caso se da sobreentendida

ACTUALIZACIÓN (8-11-15)

Ya poca farsa y teatro les queda por mostrar a los euroamericanos. 

A pesar de las maniobras de distracción masiva (señalamiento de sus terroristas, por tanto, clara y desvergonzada “autoinculpación” de Washington y sus socios en el atentado), la evidencia disponible, ya sin margen ninguno para la sorpresa, es que la catástrofe del Airbus ruso fue un crimen fue cuidadosamente planificado por las agencias de inteligencia de EEUU e Israel para intentar amedrentar al presidente ruso, Vladimir Putin, y forzar su “retirada” de Siria. 

La acusación de los anglosionistas en contra de sus marionetas terroristas del ISIS (o sus múltiples denominaciones) ha dejado al descubierto dos hechos que muestran el grado de cinismo y criminalidad de las potencias imperiales: la comentada estrategia de hostigamiento y chantaje a Rusia mediante ataques terroristas de falsa bandera contra civiles rusos y una declaraciónautoinculpatoria (no reconocida, lógicamente) que ha pasado desapercibida para los medios hegemónicos, puesto que éstos sustentan y validan la tesis occidental de un terrorismo islámico creado por generación espontánea o siguen el cuento propagado por la Casa Blanca de que, en particular, en Siria hay un ejército fantasma denominado “rebeldes moderados”, artimaña ideada por la CIA para ocultar quiénes son sus verdaderos patrocinados (ISIS, EI, EIL y todas las marcas blancas terroristas por ellos creadas).

http://uraniaenberlin.com/2015/11/02/el-hedor-terrorista-de-la-cia-y-el-mossad-en-el-accidente-del-avion-ruso-siniestrado-en-egipto/

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