Podrán ser útiles para cualquier otra cosa, menos para dirigir una nación en tan profunda crisis, porque ellos no son la solución a los problemas de Guatemala. Ellos, Sandra y Jimmy, son parte del problema.
Por Luciano Castro Barillas
El Foro Presidencial 2015 auspiciado por la Embajada Británica y la corporación de medios Prensa Libre-Guatevisión, fue un despliegue de mediocridad por parte de los dos contrincantes, sin puntualizaciones, sino solo generalidades evasivas, miopía política, subordinación programática al capitalismo local y al gran capital imperial (dicho sea de paso, como el discurso del presidente Sánchez Cerén de El Salvador en la 70ª. Asamblea General de la ONU y que impulsa quién sabe qué proyecto “revolucionario”), ofrecimientos banales que no tocan, ni tímidamente, las acuciantes reformas que el país necesita y cuya postergación son los reales generadores de la conflictividad social, tal el caso el problema de la tierra, el de la minería, el de la nacionalización del recursos eléctrico privatizado en los términos más desleales para la patria.
No se dijo ni una sola palabra sobre una verdadera reforma fiscal donde los ricos que no pagan impuestos asuman la responsabilidad de pagar el Impuesto sobre la Renta, única manera de hacerlos pagar un dinero real, porque sus prácticas evasivas siempre toman el camino del consumidor final, es decir, los impuestos indirectos, que constituyen la columna vertebral del sistema impositivo guatemalteco, que a cambio de pasar del 12% como se recomendó hace más de quince años en los Acuerdos de Paz va en franco retroceso, dando lugar el crecimiento de la deuda interna (en quetzales) y la deuda externa (en dólares) que nos tienen en un punto altamente peligroso en cuanto a la capacidad de pago del Estado guatemalteco.
Los números son rojos, rojísimos, para el año que viene, sin que la crisis financiera pueda mejorar la vida económica de los guatemaltecos de los sectores populares.
Lo dicho por Sandra Torres es infinitamente inferior a lo planteado por Colom. Su atontamiento es evidente y no busca otra cosa que llegar al poder para hacer lo que mejor sabe hacer: institucionalizar el régimen de dádivas para garantizarse el continuismo sobre la base del hambre del 75% de los guatemaltecos.
Y el otro, Pogo, alias Jimmy Morales; luce igualmente de decrépito, huérfano de ideas importantes. La retórica del payaso es el reino de la cháchara, de la voz engolada de locutor, de la impostación del histrión metido a político y del idiota que se la quiere pasar de listo porque considera estúpidos a los guatemaltecos.
Lo dicho por Morales y Sandra Torres está en clave del sector empresarial guatemalteco.
Ambos inescrupulosos son sus peones, cuando afirman por igual que “se comprometen a viabilizar las condiciones para que el sector privado genere empleo”, indudablemente por la vía de siempre: el no pagar o pagar insignificantes impuestos que ellos con mucha gentileza y picardía le llaman “incentivos fiscales”.
Por si fuera poco, un país urgido de verdaderas reformas educativas (no las patrocinadas y respaldadas por el pillo sindical magisterial Joviel Acevedo) para que la población vaya por el camino de la ilustración y no sea manipulado por politiqueros de este calibre, el señor Morales, como todo un ignorante propone los viejos métodos pedagógicos lancasterianos de escuelas de artes y oficios tan de moda a mediados del siglo XIX.
Es indudable que José Lancaster, el creador de este método pedagógico, lo hubiera puesto en la esquina del aula, sentado en un banquito, las orejas de burro, por el irremediable hecho de hacerse sin ninguna duda en su perfecto acreedor. Lo mismo, dentro del campo de la reeducación penitenciaria, dijo la borrica, que a los presos, hay que ponerlos a labrar la tierra para que cultiven sus propios alimentos. Solo faltó decir que deben vestirse con pijama rayada y tengan atado al tobillo una esfera de acero, contrario a las teorías científicas de la rehabilitación.
¿Ante qué clases de personas estamos? Podrán ser útiles para cualquier otra cosa, menos para dirigir una nación en tan profunda crisis, porque ellos no son la solución a los problemas de Guatemala. Ellos, Sandra y Jimmy, son parte del problema.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.