Detenciones, campos de concentración, ‘registro’, tráfico de personas, xeonofobia, ausencia absoluta de respeto a los Derechos Humanos.
Los traficantes cobran 250€/persona x 180 kilómetros.
Dinero que habrá que añadir a los 1.500€ que habían pagado para llegar a Hungría.
Y la que les espera dada la actitud despreciable de la UE.