El Pentágono no ha llevado a cabo ataques aéreos contra al menos 60 campos de entrenamiento de Estado Islámico que suministran miles de combatientes cada mes al grupo terrorista, según afirman funcionarios de defensa e inteligencia.
Los campamentos están distribuidos en las zonas controladas por el Estado Islámico de Irak y Siria y están fuera de los límites de la campaña de bombardeos internacional liderada por Estados Unidos debido a supuestas preocupaciones sobre daños colaterales.
El hecho de no apuntar a los campos de entrenamiento terroristas en los ataques aéreos de los Estados Unidos y de sus aliados, está levantando dudas entre algunos funcionarios de defensa e inteligencia sobre el compromiso del presidente Obama y sus principales colaboradores a la hora de destruir el grupo terrorista.
“Si conocemos la ubicación de estos campos, y el presidente quiere destruir a ISIS, ¿por qué siguen funcionando esos campos todavía?”, afirma un funcionario crítico con dicha política, que ha decidido mantener el anonimato.
Los campamentos de entrenamiento son considerados por los analistas de inteligencia de Estados Unidos como un elemento clave en los éxitos del grupo terrorista a la hora de tomar nuevos territorios.
El principal beneficio de los campos de entrenamiento es que están proporcionando un suministro continuo de nuevos combatientes.
Una preocupación adicional de los analistas de inteligencia es que algunos de los combatientes extranjeros entrenados en los campamentos, eventualmente regresan a sus países de origen en Europa y América del Norte para llevar a cabo ataques terroristas.
Un portavoz de la Casa Blanca declinó hacer comentarios sobre el hecho de no bombardear los campamentos de terroristas y desvió las preguntas al respecto al Pentágono.
El portavoz del Pentágono Maj. Roger M. Cabiness se negó a decir por qué hay tantos campos de entrenamiento que no son bombardeados.
La divulgación de que existen campos de entrenamiento de Estado Islámico que no son atacados, se ha producido cuando funcionarios de inteligencia en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y el Comando Central de Estados Unidos, que está a cargo del conflicto, han denunciado que altos funcionarios estadounidenses realizan informes de inteligencia falseados que alteran al auténtica efectividad de los ataques estadounidenses contra Estado Islámico.