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La rusa que vengó la muerte de su marido con un tanque


En la historia se han dado muchos casos de esposas de combatientes fallecidos en el frente que consiguieron ser enviadas al combate.

 Entre tantas, la vivencia de María Oktiábrskaya parece ser una de las más inspiradoras: al inicio de la Segunda Guerra Mundial, ella compró un tanque con su propio dinero –al que bautizó 'Compañera de armas'– para vengar la muerte de su esposo.

María Garagulia y el oficial del Ejército Rojo, Ilya Riadnénko, se casaron en 1925 tras lo cual adaptaron el apellido Oktiábrskiy (en relación a la Revolución de Octubre: Oktyabrskaya revolyutsiya). 

Según los historiadores, la joven, que por entonces tenía 20 años, amaba a su marido, lo acompañaba en todos sus traslados militares y quería estar a su altura.

 Para ello, aprendió a conducir el auto, disparar de rifles, ametralladoras y lanzar granadas. Al mismo tiempo, no dejaba de ser una mujer elegante, lo que se puede apreciar en las fotos conservadas desde aquella época.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Ilya fue enviado al frente y María trasladada a la ciudad de Tomsk, en Siberia. No volvieron a verse: al final del verano de 1941, la mujer recibió la notificación de la muerte de su esposo.

 Pese a ser un terrible dolor, eso no doblegó su voluntad y su fuerza: la valiente mujer decidió engrosar las filas de combatientes.

La oficina de reclutamiento se había negado varias veces a enviar a María al frente, entonces ella eligió otro camino: comprar un tanque. 

Durante meses se dedicó a bordar para recaudar la suma necesaria de 50.000 rublos (el salario promedio entonces era de 200 rublos).

Al lograr la meta, envió un telegrama a Stalin: "Mi marido, el comisario de regimiento Ilya Fedótovich Oktiábrskiy, falleció en las batallas por la Patria. 

Quiero vengar su muerte y la muerte de todos los ciudadanos soviéticos, martirizados por los bárbaros fascistas. 

Para ello deposité en el Banco del Estado todos mis ahorros –50.000 rublos– destinados a la construcción de un tanque. Solicito que al mismo se lo nombre 'Compañera de armas' y que me envíen al frente como su conductora".

Stalin aprobó la petición y María fue alistada como conductora-mecánica en la Brigada nº 26 de Tanques de la Guardia. 

Ya en la primera batalla convenció a todos de las excelentes cualidades del T-34 'Compañera de armas'. 

En 1944, tras ser gravemente herida en un combate, María murió heroicamente. El mismo año, se le otorgó póstumamente el título de Heroína de la Unión Soviética.

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