En un nuevo episodio del programa, Max Keiser y Stacy Herbert, analizan las posibilidades de supervivencia de Chicago, estado de Illinois, en tiempos en que "se sitúa en niveles muy similares a los de Grecia" en lo que a su deuda se refiere.
En este contexto, junto con Mish Shedlock de The Global Economic Trend Analysis, analizaron si a Chicago puede sucederle algo parecido a lo que ocurrió en Detroit.
"Parte de la deuda de la ciudad de Chicago ha sufrido una recalificación a la baja, sobre todo los bonos educativos, que ahora tienen la consideración de bonos basura. Chicago se está financiando al 8%; la rentabilidad de su deuda es del 8%, por lo que se sitúa en unos niveles muy similares a los de Grecia en lo que a deuda se refiere", señala Stacy Herbert.
Reflexionando sobre el tema, Keiser compara la economía de Chicago con una "economía que recuerda mucho a 'El retrato de Dorian Grey', dice y prosigue: "debajo de toda esa fachada, la economía está sufriendo un desplome muy parecido al de la economía griega".
"En la buhardilla está guardada la economía de verdad, que se derrumba, mientras que en la sala de invitados, gracias a los futuros financieros y al dinero que se gana con los derivados, da la impresión de que los mercados se encuentran en máximos históricos. Pero lo que hay debajo de eso es un estado podrido, una economía que se hunde como la de Chicago. Es como si hubiera dos economías", opina.
"Las pensiones sufren una carencia de financiación porque los intereses están muy bajos.
¿Y por qué los intereses están bajos? Porque tienen que estarlo si se quiere financiar la especulación de la que viven las clases más pudientes de la sociedad de Chicago, que viven subidas a una montaña de papel gracias al dinero gratuito de Janet Yellen, mientras que las pensiones de los policías, de los bomberos y de otros profesionales que se ganan la vida trabajando se hunden, y todo gracias a esos intereses que están casi en el 0%", subraya Keiser explicando por qué ve tan "putrefacta" la economía de EE.UU. en general.
El experto Mish Shedlock, que analiza la situación económica en Chicago informa que Illinois no puede declararse en quiebra como hizo Detroit, "porque este estado no permite la quiebra". No obstante, advierte que el gran agujero presupuestario del estado indica que es algo inevitable.
"Dirán que el caso de Chicago no es como el de Detroit, porque siempre se podrá subir la base fiscal. El problema es que esa base fiscal solo puede aumentar si la población se mantiene y la gente ya está votando con la maleta hecha", explica. Esos contribuyentes se están trasladando a otros estados del país, especialmente a Texas, Indiana y Wisconsin, pero también a Alaska o a Washington DC.
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