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Nació en Managua, el 20 de abril de 1953. Su padre fue Noel Avendaño y su madre la esteliana Paulina Alonso Arévalo. Noel Vladimir, apodado el Trompañero en las filas sandinistas, creció en una finca en La Quiatilla, cerca de Estelí y luego vivió en la ciudad, donde estudió su primaria y parte de la secundaria.
Siendo muy joven empezó a participar con sus contemporáneos Francisco Rivera y Rufo Marín en las células que organizaron sus predecesores: Filemón Rivera, el Chelito Adrián, Salvador Loza, y Fausto Heriberto García.
Reclutó a su familia, de raíz opositora, entre ellos a su propia madre, la inclaudicable colaboradora Paulina Alonso, a su prima Auxiliadora Cruz (q.e.p.d), y a sus hermanos y primos.
En 1970 fue designado por Óscar Turcios como enlace entre la ciudad y la montaña, realizando importantes misiones de comunicación y traslado de guerrilleros y pertrechos hacia la montaña.
En 1972 fue escogido para formar parte del contingente guerrillero que durante 12 meses recibió entrenamiento en guerra de guerrillas en Cuba.
Entre sus compañeros estaban: Antonio Avilés, Camilo Ortega, Manuel Morales, Juan de Dios Muñoz, Francisco Rivera, Edgar Munguía Álvarez, David Blanco, Mauricio Duarte, Amílcar Lorente, Rufo Marín, Augusto Castro (cuyo verdadero nombre es Bismark Suárez Espinoza ), y Jaime Wheelock R, entre otros.
En la escuela se destacó obteniendo altas calificaciones. Durante su estadía posterior trabajó muy cerca de Carlos Fonseca, quien desarrolló por Venancio un aprecio especial.
Regresó a Nicaragua en 1975.
Pedro Arauz lo designó a misiones en la montaña y después, Bayardo Arce, Regional del Norte, lo responsabilizó de la organización de la Unidad de Combate General Pedro Altamirano (GPA), y la creación de sus redes de apoyo en los alrededores de Estelí.
Realizó trabajos en Santa Cruz, La Almaciguera, La Laguna, El Despoblado, San Roque, El Guaylo, Limay, Pueblo Nuevo, Tomabú, y La Trinidad, entre otros.
Contradicciones con el mando regional, después de los reveses sufridos por la GPA en noviembre de 1976, donde cayeron los combatientes Santiago Baldovinos y Abraham Zapata, lo obligaron a asilarse en la embajada de México en marzo de 1977.
En México se reincorporó a las estructuras, y realizó escuelas de entrenamiento a luchadores sandinistas que habían llegado huyendo de la represión somocista.
Después del triunfo estuvo corto tiempo en el Ministerio del Interior, y luego en el Ejército Popular Sandinista hasta su retiro, con el grado de capitán en 1990.
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