Las relaciones entre EE.UU. y Rusia parecen haber caído hasta los niveles que caracterizaron la Guerra Fría, como demuestra el hecho de que Washington esté sopesando en serio un ataque nuclear contra blancos militares en Rusia, tal vez por primera vez desde aquellos años oscuros.
EE.UU. contempla la posibilidad de desplegar en Europa misiles terrestres que podrían "destruir preventivamente" armas rusas, informa AP, que ha tenido acceso a una parte desclasificada del informe del presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., general Martin Dempsey.
Según la agencia, las variantes de desarrollo de los acontecimientos implican, aunque nadie lo indica abiertamente, que EE.UU. llegue a "mejorar la capacidad de sus armas nucleares para destruir objetivos militares en territorio ruso". Es decir, que lanzar un ataque nuclear contra Rusia usando sus bases en Europa es una opción para EE.UU.
Se trataría de una de las opciones que EE.UU. examina en el marco de su política contra Rusia, usando en este caso como pretexto las acusaciones de que Moscú supuestamente viola el tratado sobre misiles nucleares de medio y corto alcance, algo que Rusia rechaza rotundamente.
Este tratado firmado en 1987 fue una de las claves que pemitieron poner fin a la Guerra Fría, si bien, como indica AP, la perspectiva de recuperar los misiles estadounidenses de alcance medio en Europa despierta la memoria de "los días más oscuros de la Guerra Fría" y pone de relieve la dimensión del empeoramiento de relaciones entre ambos dos países.
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