El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, ha criticado que los países “en mejor posición de ayudar” se niegan a dar refugio a los inmigrantes.
En una carta abierta emitida este sábado con motivo del Día Mundial del Refugiado, 20 de junio, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha recordado que “la violencia generalizada se ha propagado”, de forma que, a causa de múltiples conflictos en el mundo, el número de desplazados y refugiados alcanzó en 2014 el récord de 60 millones de personas.
“Estas cifras están aumentando y a un ritmo cada vez más rápido cada día”, advierte Guterres, y señala que actualmente el nivel de desplazamiento es cuatro veces superiores al de 2010.
Además, ha afeado a “algunos de los países en mejor posición de ayudar” que han cerrado “sus puertas” a los refugiados, mientras que, a su juicio, hay comunidades con menos recursos que acogen al 86 por ciento de los refugiados del mundo, y ha llamado a “asumir colectivamente la responsabilidad de la carga”.
Estos inmigrantes tienen esperanza de que nosotros salvemos sus vidas. “Ellos recordarán lo que hagamos”, ha añadido.
“Las fronteras están cerradas y la hostilidad está aumentando. Pues, las alternativas legales para huir están desapareciendo y las organizaciones humanitarias como la mía, están operando con unos presupuestos muy limitados, sin poder satisfacer las crecientes necesidades de un número tan enorme de víctimas”, ha apuntado.
Para Guterres, “este es el momento de la verdad”. En este sentido, ha recalcado en su carta que “la estabilidad mundial se está rompiendo en pedazos” mientras “los poderes mundiales se han convertido en observadores pasivos” o en participantes que perciben desde la distancia “los conflictos que están empujando a tantos civiles inocentes fuera de sus hogares”.
Los refugiados no son terroristas
A lo largo de los siglos, los refugiados se han considerado dignos de protección, sin embargo, ahora, “algunos de los más ricos entre nosotros están desafiando este antiguo principio, presentando a los refugiados como intrusos, desempleados o terroristas”, se lamenta Guterres.
Según Guterres, se trata de una visión “corta de miras”, “moralmente incorrecta” e incluso contraria a las “obligaciones internacionales”.
“Las naciones más ricas deben reconocer a los refugiados como las víctimas que huyen de las guerras que estos estados fueron incapaces de prevenir o detenerlas”, ha remachado el jefe de ACNUR, que ve como únicas opciones “permitir que el cáncer del desplazamiento forzado se extienda” o “manejar esta crisis todos juntos”.
En este mismo contexto, ha solicitado a las naciones más ricas del mundo a “reconocer a los refugiados como las víctimas de las guerras que estos estados fueron incapaces de prevenir o detenerlas”.
El actual conflicto en Siria, así como la crisis en Irak, Ucrania, Sudán del Sur, la República Centroafricana (RCA), Nigeria y partes del noreste de Paquistán, han provocado un crecimiento asombroso y la aceleración del desplazamiento forzado global.
En 2014, cada día 42 500 personas se convirtieron en refugiados, solicitantes de asilo o desplazados internos, una tasa que se ha cuadruplicado en sólo cuatro años, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Más de 100 000 migrantes y refugiados llegaron a Europa a través del mar Mediterráneo desde el inicio de 2015, informó el pasado 9 de junio el ACNUR.
En lo que va de año, más de 1 770 personas han perdido la vida en las aguas del Mediterráneo, cifra que es 30 veces mayor que las muertes de inmigrantes registradas en el transcurso del mismo periodo del 2014, según ACNUR.
El descontento internacional con la Unión Europea (UE), que prefiere resguardar sus fronteras a salvar la vida de los migrantes, llegó a niveles sin precedentes tras un naufragio que dejó centenares de muertos.
En abril, la ONU criticó a la UE por adoptar medidas minimalistas que no resolverán la crisis de la inmigración.
Tras una serie de críticas por los masivos naufragios, los dirigentes europeos reunidos el 23 de abril decidieron reforzar la presencia de la UE en el Mediterráneo y para ello triplicaron los fondos de la operación denominada Triton, que contaba hasta entonces con 3 millones de euros al mes.
HispanTv