El presidente de la Confederación de la Industria Británica (CBI) urgirá a sus miembros a “levantar la voz” en favor de la continuidad de Reino Unido en la Unión Europea (UE) en la cena anual de la patronal, la noche de este miércoles en Londres, según adelantó horas antes la misma organización.
Sir Mike Rake centrará su intervención en torno al referéndum sobre la pertenencia o abandono del club europeo que el primer ministro, el conservador David Cameron, se ha comprometido a convocar antes del final de 2017.
Stuart Thomson, asesor en temas de competencias públicas en el despacho de abogados Bircham Dyson Thomson (BDB), con largas y estrechas relaciones con políticos, empresarios e inversores de Reino Unido, confirma a Sputnik Novósti la necesidad de “tener campeones claros que alcen su voz” por el sí a la UE.
“Necesitamos un abanico de voces que defienda el caso para seguir en la UE: banqueros, empresarios, hombres de negocios, granjeros, comerciantes… porque si no corremos el riesgo de que la derecha escéptica conservadora imponga su voluntad de sacar al Reino Unido de la UE y reniegue de cualquier acuerdo que consiga el gobierno”, explica Thomson en una entrevista en su despacho de Westminster.
El asesor sostiene que “la mayoría del sector negocios quiere seguir en la UE y está extremadamente preocupado de perder sus mercados y de tener que funcionar con el riesgo añadido de un horizonte sin reglas claras”.
“A los empresarios les gusta la certidumbre y abandonar la UE es un riesgo enorme”, advierte.
De momento solo un líder industrial ha salido a favor de la escisión del bloque de los Veintiocho. Graeme Macdonald, consejero delegado de JCB, fabricante y exportador de maquinaría pesada, pidió recientemente la salida si Cameron falla en su objetivo por reformar la UE en negociaciones con sus socios previas al referéndum.
“JCB no es representativo de la opinión generalizada, pero tiene un directivo fuerte, votante y donante conservador, que no teme pronunciarse en público”, alega Thomson.
El experto de BDB advierte que los planes de inversión en el sector privado están paralizados a la espera de que Cameron aporte claridad sobre el alcance de sus negociaciones, la fecha y la formulación de la pregunta del referéndum.
“Se está presionando para adelantar la consulta a 2016 porque el gobierno se ha dado cuenta de que cuanto más se demore la decisión más difícil será en términos económicos para el país y electorales para el partido conservador”, alerta Thomson.
Según explica a esta agencia, la salida de la UE “tendrá fundamentales y enormes ramificaciones para la economía de Reino Unido”, además de las “extensas consecuencias” en Escocia, donde daría pie al gobierno autonómico a convocar otro referéndum independentista.
Thomson cree sin embargo que Cameron y el ministro del Tesoro, George Osborne, lograrán un paquete de reformas cosméticas pero suficientemente convincentes para la mayoría de británicos que les permita capitanear el sí a la UE.
De hecho, el ministro de Exteriores, Philip Hammond, ya ha adelantado que la modificación de los tratados europeos no será necesaria como resultado de las negociaciones con Bruselas.
“Tiene que realizarse sin un cambio del tratado comunitario debido al factor tiempo y no veo posible una reforma sustancial en acuerdo con el resto de Estados miembros”, sostiene Thomson.
El asesor recuerda que el reciente manifiesto electoral del partido conservador “no se excede en promesas inalcanzable” respecto a la UE, de forma que “Cameron puede regresar como un héroe” de sus negociaciones en Bruselas.
“Debe conseguir un acuerdo que parezca robusto y haga frente a cuestiones de inmigración, acceso a beneficios estatales y cargas burocráticas en la City, pero que no requieran grandes concesiones de la UE y sean consistentes con los tratados”, adelanta el asesor político.
Thomson coincide con otros analistas en que la reciente victoria electoral en las generales británicas ha reforzado el poder de Cameron y Osborne frente al bando radical y antieuropeo de su partido.
“La promesa de referéndum fue una decisión política, no económica; tampoco se hizo en beneficio del país, sino para mantener la cohesión interna dentro del partido conservador y frenar la amenaza del UKIP de Nigel Farage”, argumenta el analista de BDB.
Y añade en la entrevista con Sputnik Nóvosti: “puede tornarse en beneficio del Reino Unido si el gobierno acuerda reformas razonablemente incontrovertidas entre los Estados miembros porque ya las están emprendiendo ellos mismos o también les benefician”.
Thomson aboga por concluir lo antes posible la presente fase de incertidumbre y anima a Cameron a “utilizar el impulso de la victoria electoral”, con una inesperada mayoría parlamentaria, para cerrar el acuerdo con Bruselas y adelantar el referéndum a 2016.
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