La supervisora de las Naciones Unidas para Remoción de Minas, Agnes Marcaillou, ha declarado el jueves, que según evaluaciones, probablemente unas 7000 bombas no explotadas, el 10 % de las que fueron disparadas en la invasión israelí contra Gaza en 2014, todavía permanecen en las ruinas de Gaza.
Durante una rueda de prensa celebrada en la ciudad suiza de Ginebra con motivo del Día Internacional de Información sobre el Peligro de las Minas y de Asistencia para las Actividades Relativas a las Minas, la funcionaria ha asegurado que el equipo de remoción de minas de la ONU estudia cuidadosamente las zonas dañadas en Gaza para asegurarse de la desactivación de todas las bombas restantes.
“Hasta ahora hemos repartido más de 300 mil folletos informativos entre los habitantes de Gaza para darles bastante información sobre los peligros de las bombas no explotadas” ha precisado Marcaillou para luego añadir: “estas medidas también se han llevado a cabo en el sur de Sudán y Malí en el continente africano”.
Además, ha criticado al presupuesto de 296 millones de dólares de su equipo, calificándolo de poco y insignificante, y ha manifestado que de momento sólo 57 millones de dólares de esta suma, ha sido destinado a su equipo a fin de arrancar una campaña mundial para hacer frente a los riesgos de bombas no explotadas.
Señalando que el equipo de remoción de minas de la ONU ha gastado 3 millones de dólares para desactivar bombas no explotadas en Gaza, ha sostenido que “con más fondos, más equipos podemos emplear, y así de esta manera, terminaremos más rápido la operación de seguridad y desactivación de bombas”.
Conforme a los datos brindados por las autoridades palestinas, más de siete semanas de ofensivas israelíes a Gaza entre julio y agosto de 2014 dejaron al menos 2310 muertos y 10.626 heridos. A estas cifras hay que sumar decenas de miles de palestinos heridos en anteriores rondas de ataques israelíes al enclave costero palestino en 2008 y 2012.
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