Cuidar tu salud es vivir verde y nada mas ecológico que una buena sopa natural con vegetales y productos orgánicos pero hemos sido invadidos por la comida chatarra, siendo las sopas instantáneas las más buscadas y consumidas por la comodidad de tener una comida “completa” en cinco minutos.
Abundan las marcas, entre ellas se encuentran las 2 principales. Nissin y Maruchan, ésta última se convirtió en sinónimo de sopa instantánea. En realidad todas son iguales y sin importar la marca, todas son malas para la salud. Ya que ninguna aporta nutrientes para tener una buena alimentación.
Las sopas instantáneas son lo peor que se puede comer sólo contienen productos químicos, aditivos químicos, colorantes, saborizantes, mucha sal y un aditivo que es un verdadero veneno, el temido glutomato monosódico.
¿Qué es el Glutamato Monosódico?
Es un aditivo utilizado para dar más sabor a los alimentos industrializados, como caldos de pollo en cubitos, salsas, frituras, cubos de jitomate y sopas pinstantáneas. En los años 60’s se popularizó un sazonador de marca Ajinomoto, que se usaba como sal en todos los alimentos. Fue retirado del mercado al descubrir que era altamente cancerígeno. Era glutamato monosódico puro, entonces los industriales lo empezaron usar combinado con otros aditivos para sazonar los alimentos industrializados.
¿Qué pasa con el Glutamato?
En los restaurantes de comida china o japonesa descubrieron que algunos clientes empezaron a sufrir diversos trastornos que les afectaban la salud, y que se conoció como el síndrome del restaurante chino y que consistía en dolores de cabeza, irritación en los ojos, visión borrosa, taquicardia sudoración excesiva, comezón generalizada, diarreas y asma, entre otros síntomas. Los estudios médicos encontraron que el GMS tenía un efecto tóxico en las células nerviosas y que favorecía la obesidad y la esterilidad. Y en algunos casos encontraron que el Glutamato favorecía la parición de células cancerígenas. Es decir, las “inocentes” sopas Maruchan pueden provocar asma y cáncer.
Eso suponiendo que las sopas se calentaran en la estufa, sacándolas de sus envases plásticos y colocándolas en ollas o sartenes de metal o barro.
Pero lo peor se descubrió después, al calentar una sopa como casi siempre lo hacemos, en su envase de polietileno y en horno de microondas. El plástico del envase suelta dioxinas, o sea las toxinas que provocan el cáncer.
Como la secretaría de salud le ha dado el visto bueno a esos productos, queda en manos tuyas el decidir si sigues comprando y consumiendo esos “alimentos”.
Recientemente Discovery Health sacó un programa especial en donde afirman que este tipo de alimentos no solamente acusan los problemas mencionados anteriormente, sino que también esta sopa es de lenta digestión.
Es importante divulgar la información para hacer conciencia de nuestra salud. No abusemos del cuerpo que nos mantiene con vida.
Información distribuida por:
Eduardo Del Rio – Revista Vinculando.