Arthur González/El Heraldo Cubano///Desde que se cursaron invitaciones a la contrarrevolución cubana creada y financiada por Estados Unidos y sus agencias de inteligencia, se sabía que los planes de Washington estaban dirigidos a enrarecer el ambiente de la primera participación de Cuba en la VII Cumbre de las Américas.
Fue demasiado duro el revés de tener que admitir la presencia del presidente Raúl Castro, por eso los planes para conformar un show y tratar de acusar a la isla de violar los derechos civiles.
Para garantizarlo trasladaron de varios asalariados a Estados Unidos, donde recibieron la preparación.
Entre ellas está la inculta y grosera Berta Soler y la devenida en bloguera oficial de Estados Unidos, Yoani Sánchez Cordero.
La confirmación de los planes fue la entrega expedita del visado a todos los contrarrevolucionarios, a diferencia de los verdaderos representantes de la sociedad civil cubana, a los que le exigieron múltiples documentos e incluso nombres, apellidos y número de pasaporte de sus cónyuges, aunque no viajaran, trato verdaderamente discriminatorio que sufren diariamente los cubanos de la isla en todos los consulados acreditados en La Habana.
La otra parte de la patraña estuvo en el proceso de acreditación en Panamá. Mientras a los contrarrevolucionarios se les entregó de forma ágil, más de una veintena de cubanos pertenecientes a la verdadera sociedad civil no la recibieron impidiéndosele acceder al plenario, algo insólito que dejó al descubierto la maniobra y complicidad de los organizadores, que actuaron bajo presiones de la embajada yanqui.
Sin embargo, cuando Rosa María Payá Acevedo, hija del fallecido contrarrevolucionario cubano Oswaldo Payá Sardiñas, fue retenida a su arribo a Panamá por más de una hora en el Aeropuerto Internacional, la reacción de la mafia anticubana de Miami no se hizo esperar. (Ese proceder lo sufren todos los cubanos que llegan a ese país, donde les fotocopian el pasaporte y registran sus pertenencias).
Rosa María reside en Miami como refugiada política; estatus migratorio que pactó con diplomáticos norteamericanos acreditados en La Habana, a cambio de iniciar una campaña contra Cuba donde acusaría a sus autoridades de ser responsables de la muerte del padre, algo falso y que no fue aceptado por el Gobierno español y rechazado por las Cortes judiciales de España, por carecer de fundamento legal.
Para no dejar dudas de quienes estaban detrás de esos planes anticubanos para la Cumbre, salieron en su defensa Ramón Saúl Sánchez Rizo, connotado terrorista señalado en 1978 como uno de los participantes en el atentado contra la vida de 4 estadounidenses que viajaban a Cuba en una avioneta, desaparecida en pleno vuelo.
Fue miembro de la organización terrorista CORU, dirigida por el asesino y terrorista Orlando Bosch, controlado por el FBI como tal, donde participó en ataques armados contra pescadores cubanos y actos terroristas contra la embajada cubana en México.
Otra de las “madrinas” que vociferaron por Rosa María fue Ninoska Pérez Castellón, quien fue vocera y directiva de la terrorista Fundación Nacional Cubano Americana, creada por la CIA. Esta señora es hija de un esbirro y asesino de la tiranía de Fulgencio Batista, nombrado Francisco Pérez.
El ex embajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos, Guillermo Cochez, fue movilizado desde Miami y después declaró que personalmente llamó al Director Nacional de Seguridad, Rolando López, para conseguir la liberación de Payá Acevedo.
Los yanquis seleccionaron a más de una decena de sus asalariados en La Habana y todos recibieron las visas.
Entre los beneficiados están Eliécer Ávila, Manuel Cuesta Morua, Yoani Sánchez, Berta Soler, Laritza Diversent, Amel Olivo Torres, Miriam Celaya, Guillermo Fariñas, intimo amigo del asesino Luis Posada Carriles, autor de la voladura de una avión civil cubano en pleno vuelo con 76 personas, Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco, Jorge Luis García, Antúnez, Kirenia Núñez, entre otros.
Ninguno de esos asalariados al servicio de Estados Unidos que viajaron con el dinero que les entregó la CIA, mediante la pantalla de la NED, trabaja o estudia en Cuba, solo viven de los miles de dólares que reciben por sus acciones.
Si no participan en nada de la sociedad cubana, ¿cómo pueden auto calificarse miembros de la sociedad civil?
Para ser parte de la sociedad lo primero es trabajar por ella y para ella, algo que demuestra la fabricación desde el exterior de esos agentes de Estados Unidos.
Recientemente el blog “Descubriendo Verdades”, expuso una grabación donde se comprueba que la argentina Micaela Hierro Dori, directiva de Centro de Investigaciones y Capacitación de Emprendedores Sociales, y agente de CADAL, organización pro yanqui con sede en Argentina, orientaba a los asalariados cubanos sobre la forma provocativa de actuar en Panamá, y explicaba que el dinero para dicha “operación” estaba asegurado por el Departamento de Estado norteamericano.
Micaela es la responsable de desarrollar el Foro Regional Juventud y Democracia, celebrado los 6 y 7 de abril en el Hotel Continental y aseguró disponer de apoyo de personas dentro del gobierno panameño y en la organización anticubana Freedon House, los que esperaban armar “algo grande” durante la Cumbre.
Pero como expresara José Martí: “De todos sus peligros se va salvando América”, y por tanto nada podrá empañar la verdad de Cuba.