Siempre los supimos. La VII Cumbre de las Américas es un evento organizado por la OEA, financiado por el Departamento de Estado USA y preparado en franca confabulación con la derecha servil latinoamericana.
El objetivo preconcebido fue atacar a las naciones y procesos progresistas en la región, sobre todo con respecto a Cuba, Venezuela, Ecuador y Nicaragua, mediante el falso discurso mediático, la distorsión descarada de nuestras realidades y el empleo de mercenarios para deformar la verdad que viven nuestro pueblos
Obama y su administración aparecerían como presuntos salvadores de los “problemas” nacionales allí denunciados bajo falsos montajes. Era una jugarreta más del Imperio.
Los que esperaban de esta Cumbre otra cosa, salvo la expresión incontrolable de la verdad y la solidaridad entre nuestros pueblos, se llevaron a engaño.
Los peones actúan como servidores siempre y cuando medie el sucio y vil dinero por el medio. Así, de esta forma indecorosa, mercenarios de origen cubano trataron inútilmente de victimizarse para cuestionar la democracia y los derechos humanos en la Isla.
Con este propósito, personajillos como Antúnez, Orlando Gutiérrez Boronat, el asesino del Che –Félix Rodríguez Mendigutía-, así como otros gusanejos importados de la Isla y de Miami planearon crear una provocación contra la embajada cubana en Panamá, so pretexto de colocar flores en el parque Porras cercano a dicha sede diplomática.
La prontitud de la solidaridad dio contundente respuesta a esta acción frustrada.
Otra provocación fue la supuesta agresión al Coco Fariñas en el lobby del hotel Panamá en que se encontraba. Todo un montaje tipo hollywoodense, que después se encargarían de sobredimensionar como la victimización vendida por los contrarrevolucionarios Leticia Ramos, Orlando Gutiérrez y Juan Carlos González Leyva, a varios medios enemigos.
Otro de los argumentos usados para difamar a Cuba fue el legítimo repudio de la verdadera sociedad civil ante la presencia de mercenarios difamadores en el Foro de la Sociedad Civil y, particularmente, en eventos relacionados con la Gobernabilidad Democrática y Participación Ciudadana. Con ello, los representantes en Panamá de los grupúsculos contrarrevolucionarios intentaron vender la matriz de opinión de que son los representantes de Cuba quienes no aceptan las reglas de participación democrática.
Todo un circo manipulado se movió al respecto. Por un lado se presentó una queja ante la Cancillería panameña por los propios culpables de la provocación en el parque Porras y, por otro, los EEUU salieron desesperadamente en apoyo de sus asalariados mediante un tweet de Roberta Jacobson, así como declaraciones de Samantha Power, la vocera Hart y el jefe de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner.
Mientras tanto, en Washington, los acérrimos congresistas Marco Rubio, Mario Díaz-Balart e Ileana Ros Lehtinen, se sumaron a las denuncias contra la delegación cubana en la Cumbre.
En Miami, diversos grupos intolerantes, convocados por mafiosos anticubanos, intentaron presionar al gobierno panameño asediando a su sede panameña en esa ciudad. La falaz emisora Radio Martí se convirtió en foro de ataque anticubanos en casi todos sus programas.
La actual alharaca montada por los enemigos de Cuba es parte del rejuego mediático y poco logró en sus pretensiones. Las verdades de Cuba están presentes en la Cumbre y eso ni el imperio, ni la OEA, ni los parcializados organizadores del evento, así como tampoco los títeres usados, han podido evitarlo.
Percy Francisco Alvarado Godoy