"Si la Unión Europea intenta atacar a Grecia, debería saber que suspenderemos inmediatamente el Tratado de Dublín, y los inmigrantes podrán coger sus documentos y carnets de identidad e ir a Berlín.
Si entre esos inmigrantes hay alguno que haya cruzado fronteras sin que nadie haya comprobado si apoya al Estado Islámico, será responsabilidad de Europa, que ha decidido atacar a Grecia".
Este es el mensaje que ha lanzado el ministro de Defensa griego, Panos Kammenos, mientras la tensión entre Atenas y Bruselas a costa de las negociaciones sobre la extensión del rescate -que finalmente empezarán el miércoles- no termina de relajarse del todo.
Kammenos, que no pertenece a Syriza, la coalición de izquierda radical que ganó las elecciones del 25 de enero, es el líder del partido euroescéptico conservador Griegos independientes, con quien el primer ministro, Alexis Tsipras, llegó a un acuerdo para poder formar Gobierno, al no tener mayoría absoluta. Como titular de Defensa es responsable de las delicadas relaciones de Grecia con Turquía, la cuestión chipriota y la explotación del mar Egeo.
El ministro adjunto de Defensa, Kostas Ísijos, de raíces argentinas, también destacó este la situación geoestratégica de Grecia y dijo que está en manos de Europa que el país siga siendo un punto de estabilidad para el continente.
"Ya tenemos inestabilidad económica, si también tenemos inestabilidad social, geopolítica y geoestratégica con nuestros vecinos, el problema no se va a quedar aquí, sino que va a llegar a Europa", afirmó Ísijos en declaraciones a Efe.
El ministro adjunto señaló que Grecia es un punto de referencia de paz en medio de un triángulo flanqueado por el conflicto ucraniano, que calificó de "crisis europea y mundial", por la guerra civil en Libia, "un problema de inestabilidad en todo el norte de África", y por Oriente Medio, con el conflicto de Siria y la presencia de grupos yihadistas, como el Estado Islámico. "Grecia tiene que seguir siendo un punto de estabilidad, un punto de referencia de paz y colaboración entre los pueblos, y esto Europa lo tiene que entender muy bien", reiteró.
APOYAR EL CRECIMIENTO O...
En opinión de Ísijos, está en manos de los gobiernos europeos contener la inestabilidad de Grecia y apoyar el crecimiento social y económico del país para que pueda "jugar un papel de mediador no solamente en la crisis en Ucrania entre Rusia y Europa, sino también entre el este y el oeste".
Para Ísijos, los países del sur de Europa, entre los que enumeró a España, Italia, Grecia y Chipre, tienen "una responsabilidad muy importante en tiempos tan complejos", ya que son las principales vías de entrada de inmigrantes al continente.
El ministro de Exteriores griego, Nikos Kotziás, advirtió el pasado viernes en un encuentro informal de responsables europeos en Riga, de que "habrá millones de inmigrantes y miles de yihadistas entrando en Europa si se colapsa la economía griega".
"No hay estabilidad en el oeste de los Balcanes y tenemos problemas en Ucrania, Siria, Irak y el Norte de África", recordó Kotziás.
"Es necesario para el futuro de Europa encontrar otra forma de tratar a Grecia, y también es una necesidad geoestratégica", insistió el ministro de Exteriores, que añadió que si Syriza fracasa lo que vendrá después será "la extrema derecha y el caos".
"La Europa del sur puede jugar un papel muy importante, pero no lo puede hacer si nos vamos a convertir en colonias o neocolonias económicas del norte de Europa. Es una contradicción y, el dilema, lo tiene que resolver Berlín", aseguró Ísijos en sus declaraciones a Efe.
Y MIENTRAS VAROUFAKIS...
Los acreedores internacionales y las autoridades griegas comenzarán el miércoles las discusiones sobre la idoneidad de las reformas que Grecia planea llevar a cabo en el marco del programa de asistencia financiera al país, confirmaron a Efe fuentes europeas.
Las conversaciones a nivel técnico darán comienzo en Atenas, confirmaron dos fuentes europeas a Efe, para tratar de llegar a un acuerdo entre las medidas que el Gobierno liderado por Alexis Tsipras quiere aplicar y los requeridas por sus acreedores y socios del euro.
El objetivo es concluir con éxito la quinta y última revisión del programa, que ha sido prorrogado cuatro meses, hasta finales de junio.
Esto permitirá desbloquear los fondos pendientes del rescate, en una situación en la que Atenas necesita liquidez para hacer frente a varios pagos que deberá afrontar en las próximas semanas y los próximos meses.
Se trata de 1.800 millones de euros que quedan en asistencia financiera por parte de la eurozona y de 1.900 millones que Grecia reclama al Banco Central Europeo (BCE), procedentes del rendimiento de los bonos griegos que compró la entidad monetaria en su momento.
A estos 3.700 millones de euros habría que añadir la parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), hasta sumar unos 7.200 millones de euros.
El ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, presentó este lunes a sus homólogos de la zona del euro las reformas que su Ejecutivo pretende aplicar, en una corta discusión en el Eurogrupo que se resolvió en apenas una hora y media.
Esta lista tiene que ser ahora discutida en detalle entre las autoridades helenas y las tres instituciones que formaban parte de la troika, el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.