La Fiscalía helvética inicia actuaciones contra la filial local del banco británico tras el escándalo ‘Swiss Leaks’.
Las autoridades han registrado este miércoles la sede el HSBC Private Bank en Ginebra.
Se basa en “las recientes revelaciones” sobre cómo la entidad ayudó a famosos y traficantes de drogas y armas a esconder millones de euros.
Siete años de que el informático Hervé Falciani, extrabajador del HSBC en Suiza, entregase a las autoridades francesas su famosa lista de evasores fiscales, la Fiscalía de Ginebra ha iniciado este miércoles actuaciones contra la filial helvética de HSBC por posible blanqueo de capitales.
La actuación se produce, según la Fiscalía, tras “las recientes revelaciones” publicadas en la prensa internacional sobre el papel clave del banco británico como colaborador necesario en la ocultación del patrimonio de numerosas celebridades y traficantes de drogas y armas, en el escándalo conocido como ‘Swiss Leaks’.
La investigación del Ministerio Público suizo se centra en HSBC Private Bank (Suisse), cuya sede en Ginebra ha sido registrada este miércoles, y puede afectar a otras personas no identificadas.
“Un registro está en curso en las instalaciones del banco, dirigido por el Fiscal General Olivier Jornot y el fiscal Yves Bertossa”, aseguró el fiscal de Ginebra en un comunicado.
HSBC, el mayor banco de Europa, pidió disculpas a los clientes e inversores el pasado domingo tras las acusaciones de que ayudó a cientos de clientes esquivar impuestos a través de su filial suiza.
El consejero delegado del banco en ese país, Franco Morra, dijo la semana pasada que había cerrado las cuentas de clientes en Suiza que no cumplían los “altos estándares” que actualmente aplica la entidad, que “eran un recordatorio de que el viejo modelo de negocio de la banca privada suiza ya no es aceptable”.
La investigación a partir de los datos de la llamada lista Falciani realizada por un grupo de periodistas de 42 países (el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación) ha revelado cómo entre 2005 y 2007 el banco HSBC en Ginebra desplegó todo un sistema con ramificaciones en varios paraísos fiscales para facilitar la evasión de cerca de 100.000 millones de dólares pertenecientes a unas 100.000 personas y entidades de 200 países.