Según el nuevo estudio realizado por la Fundación Joseph Rowntree, 8,1 millones de personas (4 de 10 familias aproximadamente) tienen un nivel de ingresos más bajo que el considerado mínimo para participar en la sociedad.
El número de personas por debajo de llamado umbral de ingresos mínimos aumentó entre 2008-9 (5,9 millones) y 2012-13 en un tercio, y el mayor incremento se ha dado en la segunda mitad de dicho período.
El estudio establece que en 2012-13 hay 3,2 millones de personas que viven en familias monoparentales, de las cuales 2,3 millones carecen de la renta mínima para llevar una vida adecuada. Esto representa el 71% de familias monoparentales, por encima del 65 % de 2008-09.
Estos datos suscitarán el debate sobre si el crecimiento económico británico representa una mejora de las condiciones de vida de la mayoría de familias.
David Cameron va a declarar el próximo lunes que el pleno empleo va a ser su máxima prioridad, si gana en mayo.
La definición del umbral de ingresos mínimos para una persona de edad laboral sería de 16.284 libras esterlinas.
En el caso de una pareja con dos niños este umbral debe ser 20.400 libras. No se trata de una medida contra la pobreza o un substituto a las parcialmente abandonadas medidas de asistencia a la infancia para los que ganan 60% por debajo de la media.
Es una definición de la renta mínima indispensable no sólo para la vivienda, alimentación o ropa sino que se pretende, por el contrario, definir la renta mínima que permita a los ciudadanos participar en la sociedad.
La definición, establecida a partir del debate público en diferentes grupos interesados, abarca lo que una familia necesita para estar integrada en la sociedad y corresponde a lo que en el pasado era el baremo para establecer el salario necesario para poder vivir.
Incluye, por ejemplo, el poder realizar unas vacaciones de una semana en el país o, para las familias con hijos la capacidad de comprar un vehículo usado. No incluye los gastos de tabaco o las visitas al bar.
Aunque el establecimiento de la renta mínima puede generar controversias, la tendencia a aumentar el número de familias que no alcanzan el nivel es significativa. Refleja el incremento del coste de la vida con relación a los salarios y los recortes sociales para gente que tiene trabajo y la que está en paro.
El informe destaca que en el Reino Unido hay 3,7 millones de personas de edad laboral que viven solos. De ellos, 1,4 millones no alcanzan en 2012-13 la renta mínima para llevar una vida adecuada, lo cual representa un 37% de hogares de una sola persona de edad laboral −por encima del 29% de 2008-09).
También apunta que existen 9,3 millones que viven en una unidad familiar de dos personas de edad laboral y sin hijos. De los cuales, 1,6 millones no tienen la renta mínima necesaria para una vida digna, es decir, el 17% del total de familias con dos miembros de edad laboral –superior al 10% de 2008-09.
Londres sigue siendo la ciudad del Reino Unido donde las familias tienen mayor riesgo de estar por debajo de la renta mínima, a causa de los elevados costos de la vivienda y del cuidado infantil. Sin embargo en otras regiones, principalmente Gales y el Nordeste, el riesgo de alcanzar los niveles de Londres ha aumentado.
Familias con miembros de menos de 35 años están ahora mucho más cerca de estar por debajo del umbral mínimo de ingresos que los mismos pensionistas.
El informa sugiere que las tasas de ocupación de los más jóvenes adultos se recuperan y las perspectivas de alcanzar unos ingresos adecuadas pueden ser más factibles. Por otra parte las familias trabajadoras con hijos continuaran padeciendo los efectos de los salarios bajos y los recortes sociales porque dependen de las ayudas para complementar la paga.
Las conclusiones del informe han sido aceptadas por Alan Milburn, presidente de la Social Mobility and Child Poverty Commission (Comisión de la Mobilidad Social y de la Pobreza Infantil), que consideró el informe como “una prueba evidente del impacto de que la congelación salarial y las reformas fiscales tienen sobre el nivel de vida de las familias pobres.
Desde el inicio de la recesión y a pesar del considerable crecimiento del empleo y las inéditas bajas cifras del paro, el número de personas, en familias con niños que no pueden alcanzar lo que la sociedad entiende por el nivel de vida mínimo, se ha incrementado en 2,2 millones – más de un tercio – con un mayor aumento en las familias trabajadoras”.
En este sentido el próximo gobierno debería actuar para que el crecimiento económico vaya ligado al crecimiento de los salarios. Milburn declaró: “hay que establecer un tratado en el nuevo parlamento para que el Reino Unido tenga un salario mínimo que permita vivir dignamente a la población antes del 2025 y asegurar en el próximo parlamento que los trabajadores pobres estén protegidos del impacto de la austeridad”.
Mike Kelly, el director del Living Wage en la empresa KPMG, celebró la publicación del informe y añadió: “las familias trabajadoras sin hijos son las que tienen unos ingresos más bajos y su situación no está mejorando sino empeorando.
Desde hace demasiado tiempo los hogares con rentas insuficientes han tenido que luchar para llegar a final de mes y para los jóvenes, mal pagados y con pocas alternativas, la situación es todavía más desalentadora.
La realidad es que más de 5 millones de personas están ganando menos de lo que necesitan para vivir. Demasiadas familias tienen que luchar por sus necesidades más básicas, lo que significa que estamos delante de una situación en el año 2015 que hace mucho tiempo debe haber quedado en los libros de historia”.
Katie Schmuecker, responsable de políticas del Joseph Rowntree Foundation (JRF), declaró: “Se ha producido un cambio radical respecto a los que más sufren a consecuencia de la crisis económica y las medidas adoptadas por el gobierno.
Mientras el informe del año anterior mostró que habían aumentado las dificultades económicas entre la gente joven sin pareja, este año el informe destaca el aumento de la brecha entre ingresos i costes para las familias con niños”.
Para aliviar la presión sobre los pobres en edad laboral JRF propone:
Reforma del mercado de los bienes esenciales y servicios como la energía, créditos y transporte para asegurar que den una relación óptima de coste-calidad y que gente con las rentas bajas no paguen más por ellos que la gente con ingresos más altos.
El salario mínimo debe actualizarse con respecto al coste de la vida y los salarios medios.
Los empresarios deben pagar la renta mínima vital de acuerdo con la productividad
Cambios en el sistema de las ayudas sociales que se llama Universal Credit para que las familias con menos ingresos puedan ahorrar más de lo que ganan antes de que paguen este crédito.
Artículo de Patrick Wintour, es uno de los editores de The Guardian. Traducido por Víctor Feliu en www.sinpermiso.info