Pablo Gonzalez

Merkel impulsa la restitución del imperialismo alemán en áfrica


El gobierno alemán tiene previsto ampliar la participación militar de Alemania en África.

Y para empezar, la canciller Angela Merkel anunció que Alemania apoyará la lucha contra Boko Haram.

Pero esto solo es una excusa para iniciar un movimiento estratégico mucho más amplio de grandes repercusiones en el continente.

Para comprenderlo mejor, debemos conocer cuál es el contexto actual, que servirá de plataforma de lanzamiento para una política exterior alemana mucho más agresiva en África.


EL CONTEXTO ACTUAL

“Alemania se prepara para ofrecer ayuda financiera en la lucha contra la milicia terrorista Boko Haram”, declaró Angela Merkel tras una reunión con el presidente de Ghana, John Dramani Mahama, el lunes 19 de enero en Berlín.

Según el presidente de Ghana, su país quiere luchar contra Boko Haram a través de una fuerza militar regional. “Ghana puede proporcionar tropas para esta lucha”, explicó Mahama. 

Los planes para la operación serán discutidos en la próxima cumbre de la Unión Africana.

John Dramani Mahama

Ante esta perspectiva, Angela Merkel prometió apoyo financiero para ese despliegue de tropas y habló de “crímenes terribles y brutales que se están realizando en contra de la población civil en Nigeria y también en Camerún”, aunque según Merkel, “actualmente no hay planes para una intervención militar directa de la Europea Unión”

Recordemos que desde el comienzo del año 2015, Boko Haram ha tomado el control de grandes zonas del norte de Nigeria y ha conseguido penetrar en el vecino Camerún. 

El 4 de enero, los milicianos se apoderaron de una base militar de la Fuerza de Tarea Multinacional en Baga, en el estado nigeriano de Borno.


Según informes de prensa, la ciudad fue completamente destruida y hasta 2.000 personas murieron.

 Baga era el último distrito en el noreste del país que todavía estaba controlado por el gobierno central y ha sido escenario de cruentas batallas. 

De hecho, el propio ejército nigeriano fue el responsable de una masacre de población civil en Baga en 2013, que dejó más de 200 muertos.


Además de Baga, muchas otras ciudades en la región ya no se encuentran bajo el control del gobierno de Nigeria, entre ellas Damasak, Gubio, Kukawa, Mafa, Bama y Konduga. 

Según varios informes, el área que al menos está parcialmente bajo el control de Boko Haram, cubre ya más de 50.000 kilómetros cuadrados y se extiende desde Machena en la frontera con Níger, hasta Damaturu y Yola, en la frontera de Camerún.

LO QUE ESCONDE EL INTERÉS DE MERKEL

Pero no nos engañemos: el apoyo de Merkel en la lucha contra Boko Haram no tiene nada de humanitario.
Más bien sirve para enviar una señal.

Tras los ataques terroristas en París, Berlín se prepara para perseguir los intereses imperialistas de Alemania en África con medios cada vez más evidentemente militares.

La Bundeswehr (las Fuerzas Armadas Alemanas) ya está trabajando en estrecha colaboración con las Fuerzas Armadas de Ghana y los apoya en la creación de un regimiento pionero, como parte de un fuerza militar de la Unión Africana.
La ofensiva alemana en África ha sido planeada con mucha antelación y forma parte del retorno de Alemania a las políticas exteriores agresivas.


A mediados de mayo del año pasado, el gabinete aprobó las llamadas“Directrices políticas del gobierno para África”, que se pueden interpretar como un documento estratégico para la explotación del continente africano, rico en recursos necesarios para el imperialismo alemán del siglo XXI.

Al presentar el documento, el ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, declaró que Alemania debe alzar su mirada hacia África y “adaptar sus instrumentos políticos a la diversidad de África”.

Frank Walter Steinmeier

En la primera sección de las directrices, bajo el título “Situación actual: la creciente importancia de África para Alemania y Europa”, se indica:

“El potencial de África se debe a su desarrollo demográfico y al hecho de que es un enorme mercado de futuro, con un fuerte crecimiento económico, ricos recursos naturales y un gran potencial para aumentar la producción agrícola…

Los mercados africanos se están desarrollando de forma dinámica y más allá de las industrias extractivas, serán de creciente interés para las empresas alemanas”

La segunda sección, “Nuestro compromiso en África”, exige que “el compromiso de Alemania en África en las esferas de la política, la seguridad y la política de desarrollo debe reforzarse de manera específica”.


El gobierno federal “tiene que actuar pronto, con rapidez y de manera decisiva, basándose en los valores y los derechos humanos”.

Esto también incluye las intervenciones militares.


El gobierno quiere “utilizar toda la gama de medios a su alcance en los campos de la política, la seguridad, el desarrollo y la política regional, empresarial, académica y cultural”.

El gobierno alemán rechazó oficialmente el bombardeo de la OTAN de Libia en 2011, pero desde entonces, con el pretexto de luchar contra el terrorismo, está retornando cada vez de forma más decidida, a las áreas tradicionales de influencia del imperialismo alemán en África.

A principios de 2013, el parlamento alemán acordó apoyar la intervención militar francesa en Mali y enviar soldados al país. En 2014, la misión se amplió. Más contingentes alemanes se encuentran actualmente en Senegal, en África Central, en el Cuerno de África, el Sáhara Occidental, Sudán, Sudán del Sur y Somalia.


El retorno de la Bundeswehr a África, al igual que la confrontación con Rusia el año pasado y la intervención del Ejército alemán en Oriente Medio, está en consonancia con la tradición política alemana de gran potencia.

El Imperio alemán del Kaiser, en su búsqueda de una posición política mundial fuerte como nación, se centró inicialmente en la posesión de colonias en África.

Si bien Alemania nunca fue capaz de igualar las potencias coloniales principales de Francia e Inglaterra, los llamados protectorados alemanes, en el inicio de la Primera Guerra Mundial, conformaron el cuarto imperio colonial más grande del mundo.

 Esto incluía la África del Sudoeste Alemana (la Namibia actual), la África Occidental Alemana (el Togo actual, la parte oriental de Ghana, Camerún, la parte oriental de Nigeria, partes de Chad, la República Centroafricana, la República del Congo y Gabón), la África del Este Alemana (la Tanzania actual y Ruanda) y el Witu alemán (el sur de Kenia actual).


Después de que Alemania perdió sus colonias tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, la élite alemana bajo Hitler soñó de nuevo con crear un imperio colonial alemán en África. 

Su función era servir como una “extensión tropical” de una Europa dominada por Alemania.

Kurt Weigelt (arriba)

En un memorando de julio de 1940, el entonces director del Deutsche Bank y director de la Oficina de Política colonial de los nazis, Kurt Weigelt, resumió los objetivos de guerra del Tercer Reich de la siguiente manera:

“Desde el punto de vista económico, los países de la costa de Guinea son del máximo valor. Basándonos en nuestras antiguas posesiones locales (Togo y Camerún), la costa de oro Togo-Dahomey-Nigeria-Camerún forma el elemento central ideal de las posesiones de Alemania en África. 

Con más de 30 millones de habitantes, esta zona no es sólo la más óptima de la región tropical, sino que, con algunas excepciones como el cobre, provee todas las necesidades económicas importantes a nivel nacional de nuestra patria”

“Si incluímos el Congo francés, se completa el control de los productos forestales y si incluímos al Congo belga, también satisfacemos nuestra necesidad de cobre.

 En el camino hacia esta zona se encuentran las reservas de mineral de hierro de Conakry y de fosfatos del Marruecos Francés, así como las bases aéreas y marinas en Bathhurst y Dakar”


Como en el pasado, la nueva “lucha por África” amenaza no sólo con llevar terribles sufrimientos a las poblaciones africanas, sino que también amenaza con intensificar los conflictos entre las potencias imperialistas.

De hecho, un reciente artículo en el semanario político Die Zeit no deja ninguna duda de que las élites alemanas están cada vez más dispuestas a participar en la confrontación con sus aliados con el fin de perseguir sus propios intereses geo-estratégicos y económicos.

Bajo el titular “Necesitamos más Alemania en África”, el periódico se preguntaba: “¿Alemania debe limitar su contribución a los asuntos africanos para no molestar al gobierno de Paris? Desde luego que no, y hay buenas razones para que Alemania emprenda una mayor implicación en África por ella misma”

Bienvenidos al neo-imperialismo Alemán del siglo XXI…

·Artículo escrito por Johannes Stern en Global Research·

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