RT – La CIA capturó, trasladó a una cárcel secreta en Afganistán y torturó por error a un ciudadano de Alemania que confundió con un miembro homónimo de Al Qaeda. Según un informe, la agencia, que procedió a detenerlo sin ninguna base legal, pagó al afectado 15.000 euros para acallarlo.
Khalid al-Masri, un ciudadano alemán que se llama igual que un miembro de Al Qaeda buscado por la CIA, fue capturado por error por las autoridades de Macedonia y enviado sin juicio a una cárcel secreta de la CIA en Afganistán Salt Pit en enero de 2004.
Antes de ser enviado a Afganistán, el alemán fue severamente golpeado, desnudado, encadenado, drogado y sodomizado con supositorios, todo en el marco de la práctica conocida como ‘capture shock’ (choque de captura) de la CIA, informa el diario en línea ‘The Local’. Los golpes, patadas y otros abusos se repitieron también en Afganistán.
Y todo ello pese a quenunca se le imputaron cargos y de que el Gobierno alemán no fue informado sobre su caso. El alemán no fue liberado, ni siquiera cuando la CIA se dio cuenta de su error. En mayo de 2004 la CIA lo dejó en una carretera en Albania con 14.500 euros para que no hablara.
¿Como destruir la vida de alguien y quedar impune?
Un informe del Senado estadounidense de 2007 reveló que la CIA nunca contó con pruebas suficientes para detenerlo.
Ese mismo año Alemania dictó órden de detención para los agentes de la CIA involucrados en el caso, pero EE.UU. rechazó extraditarlos y también rechazó facilitar información alguna sobre el caso, algo que impidió celebrar ningún juicio, según el diario oficial del ejército estadounidense ‘Stars and Stripes’.
En diciembre de 2013 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos obligó a Macedonia a pagar una indemnización de 60.000 euros a Al-Masri, pero los agentes de la CIA quedaron impunes.
La detención por la CIA destruyó literalmente la vida de Khalid al-Masri, que desde entonces fue encarcelado dos veces por infracciones menores y una vez recluido en un hospital psiquiátrico, relata ‘Stars and Stripes’. Según el diario, fue etiquetado como “extremista islamista” por medios alemanes como ‘Bild’ y actualmente desconocen su paradero tanto su familia y sus amigos, como sus abogados.