Hablemos claro y sin ánimo de ofender: si ha habido un dios todopoderoso desde el inicio de las civilizaciones, ese ha sido el pene, el falo, el cetro masculino.
Como símbolo, tiene una trayectoria notablemente más amplia que la cruz.
Tom Ford, el diseñador estadounidense que causó polémica con un anuncio de perfume explícito y sexual, ha decidido animar las ventas navideñas con un complemento que resalta las similitudes entre un crucifijo cristiano y los genitales masculinos.
Se llama “the penis necklace” y está a la venta por 790 dólares en su tienda online.
No es la primera vez que ambos símbolos se relacionan.
Tampoco se puede negar que Ford, considerado uno de los diseñadores más influyentes del mundo, ha querido jugar, de nuevo, a la provocación.
Miembros de comunidades conservadoras han atacado con furia al diseñador en internet, como Susan Swift: "Justo a tiempo para navidad, una nueva manera de decir 'que le jodan a Cristo', el salvador del mundo.
Es enfermizo". Otros, como Catholic League, señalaron homosexualidad de Ford como si eso fuera un insulto. En Twitter, como señala Dazed, se calificó el colgante de ofensivo para arriba.
Mientras que en Estados Unidos la cosa ha derivado en un pequeño incendio en la comunidad religiosa, en general el público ha reaccionado con tibieza ante la novedad.
Precisamente porque no resulta demasiado novedoso que un diseñador intente llamar la atención con su obra o sus comentarios fuera de tono (véase David Delfín o John Galliano).
En una época en la que el merchandising de contenido sexual es tan común como una golosina, sigue resultando atrayente y provocador unir lo sagrado con lo pecanimoso. Por cierto, Ford los vende en tamano pequeño, mediano y grande.
"Si ha habido un dios todopoderoso desde el inicio de las civilizaciones, ese ha sido el pene"
[ Vía Dazed]