SILVA SE COMPROMETIÓ ACTUALIZAR LA LEGISLACIÓN LABORAL, PERO TRAS LOS REPROCHES DE LÍDERES SINDICALES DIJO AHORA QUE ESA LEGISLACIÓN ES SAGRADA Y NO SERÁ MODIFICADA.
Brasilia, 18 sep (PL) Sin hacer caso a las críticas de sus adversarios políticos, la candidata presidencial del Partido Socialista Brasileña (PSB), Marina Silva, volvió hoy a reajustar su discurso, tras ser censurada por importantes fuerzas sindicales.
Silva se comprometió la víspera a actualizar la legislación laboral, que establece derechos y beneficios a los trabajadores brasileños, pero tras los reproches de líderes sindicales dijo ahora que esa legislación es sagrada y no será modificada.
Su anterior pronunciamiento a favor de actualizar dicha normativa generó la alarma de la Central Única de los Trabajadores (CUT), cuyo máximo representante, Vagner Freitas, calificó de preocupante la postura de la postulante del PSB sobre el tema.
Freitas mostró inquietud por una posible flexibilización de la ley laboral y alertó que las declaraciones de la candidata presidencial suponen un beneficio para los empresarios y una posible ampliación de sus lucros.
Al igual que el líder de la CUT, la presidenta del gremio Fuerza Sindical en el estado de Bahía, Nair Goulart, advirtió que la propuesta de ajuste de Silva podría debilitar a los derechos de los trabajadores.
Ante esta situación, la postulante del PSB aparece ahora con un nuevo discurso al asegurar que no tocará la legislación laborista, pues los derechos de los empleados son sagrados para ella.
Esta y otras modificaciones en sus propuestas son destacadas por principales pretendientes al sillón presidencial, como la mandataria Dilma Rousseff, quien busca la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT) y el senador Aécio Neves, de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Para Rousseff, figuras políticas que cambian a cada minuto de posición, como primero censurar el matrimonio entre personas de un mismo género y después decir lo contrario, no pueden gobernar una nación.
Neves acusó por su parte a Silva de hasta plagiar partes del plan de gobierno del PSDB e incorporarlo a la propuesta de campaña del PSB.
Ubicada segunda en la preferencia del electorado, según la más reciente encuesta, la candidata del PSB acumula cuatro puntos porcentuales menos que la jefa de Estado quien acapara un 36 por ciento en la intención del voto.
La pesquisa de la empresa Ibope señala asimismo que en un balotaje ambas contrincantes quedarían empatadas.
En el tercer puesto figura el senador del PSDB, con un 19 por ciento de apoyo.