Los familiares de los dos periodistas estadounidenses ejecutados por el Estado Islámico, Steven Sotloff y James Foley, han denunciado que un funcionario de contraterrorismo de la Casa Blanca los amenazó con persecución penal si pagaban el rescate.
La posibilidad de abrir un proceso judicial fue mencionada en una reunión realizada en mayo con los padres de Steven Sotloff, indicó el portavoz de la familia, Barak Barfi, a Yahoo News.
"La familia se sintió total y absolutamente impotente cuando oyó esto", contó Barfi, subrayando que en ese momento "los Sotloff fueron conscientes de que no había nada que pudieran hacer para salvar a Steven".
La familia Sotloff emitió su declaración después de que Diane Foley, la madre del otro periodista asesinado, James Foley, dijera a ABC News que su familia fue amenazada con posibles acusaciones si intentaba recaudar dinero para pagar el rescate de su hijo.
"Me sorprendió que hubiera tan poca compasión", expresó la madre del periodista asesinado. "Simplemente me di cuenta que estas personas que hablaban con nosotros no tenían ni idea de lo que supone ser la familia de alguien secuestrado", relató.
Asimismo, en una entrevista con CNN Diane Foley dijo que sus "esfuerzos para liberar a James fueron una molestia para el Gobierno de EE.UU.", porque -dijo- "parece que no tenía interés estratégico".
El secretario de prensa de la presidencia de EE.UU., Josh Earnest, se negó a discutir la conversación que los funcionarios de la Casa Blanca mantuvieron con las familias, limitándose a decir que saben que "las organizaciones terroristas utilizan la toma de rehenes y rescates como una fuente importante de financiación para sus organizaciones y que el pago de rescates solo pone a otros estadounidenses en una posición en la que corran un riesgo mayor".
En agosto el Estado Islámico publicó en Internet un vídeo que mostraba la decapitación de James Foley.
En septiembre publicó otro vídeo del asesinato de otro periodista, Steven Sotloff, capturado por los islamistas.
Este sábado los yihadistas difundieron otra grabación con la supuesta decapitación del ciudadano británico David Hianes.
Las acciones del Gobierno de EE.UU. para salvar a sus ciudadanos de las manos del Estado Islámico han suscitado numerosas críticas.