Francisco Flores con el entonces presidente de Taiwan Chen Shui-bian fotografiados en San Salvador en 2001.
ITZEL VELASQUEZ – Una vez más un país centroamericano se ve envuelto en escándalos por acusaciones por corrupción con fondos proveniente de Taiwán.
Ahora es el turno del expresidente de El Salvador Francisco Flores, quien gobernó entre 1999-2004, y se hallaba desde el pasado mes de enero, prófugo de la justicia y buscado por la Interpol.
Tras entregarse a la justicia está desde el viernes bajo arresto domiciliario en San Benito, un lujoso barrio situado al norte de la capital salvadoreña.
A Flores se le acusa, entre otros delitos, de haberse apropiado durante su mandato de fondos donados por el gobierno taiwanés para emergencias ante desastres naturales.
Las investigaciones, que se habían iniciado muchos años antes, durante el mandato de Mauricio Funes, solo se agilizaron el año pasado luego que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos diera a conocer un reporte de ‘cheques personales’ a Flores y que habría recibido de Taiwán, por la suma de unos 10 millones de dólares.
Las donaciones suelen desviarse hacia ex altos funcionarios, muchas veces a través de fundaciones fantasmas y fiscalizaciones inexistentes.
Las denuncias han involucrado al ex presidente de Guatemala Alfonso Portillo Cabrera (actualmente extraditado a EE.UU. por caso de lavado de dinero por 70 millones de dólares).
Enfrenta también la justicia el expresidente Enrique Bolaños de Nicaragua, pero el más polémico ha sido el del expresidente costarricense Miguel Ángel Rodríguez, quien tuvo incluso que renunciar al cargo de Secretario General de la OEA que ostentaba mientras se dio el escándalo para enfrentar la justicia en Costa Rica.
Pese a las acusaciones en Panamá, el escándalo por las donaciones de Taiwán y que afectaron a la expresidenta Mireya Moscoso, las mismas no avanzaron. Honduras es la única nación donde no se conoce de un ex mandatario acusado de malversación de donaciones taiwanesas.
A excepción de Costa Rica, que hace seis años rompió relaciones con Taiwán, y estableció relaciones con China, todas las otras naciones en el istmo centroamericano siguen practicando una obsoleta diplomacia de la época de la guerra fría (1949), que solo le sirve a la corrupción en Centroamérica.
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