Les dejo este análisis geopolítico de RIA Novosti que concuerda en mayor medida con lo que les expuse hace unas horas. Mientras más elementos de juicio tengamos, mejor. Para difundir.
"El presidente estadounidense Barack Obama acaba de autorizar que los militares emprendan ataques aéreos focalizados en el norte de Irak para combatir allí a los militantes del ISIS.
En los últimos dos días, dicho grupo devastó a los peshmerga (combatientes armados) kurdos y capturó varios pueblos cristianos, entre ellos el más grande de Irak. 40.000 miembros de la minoría religiosa yazidí han huido a una montaña para escapar del ISIS, mientras los refugiados cristianos se han congregado alrededor de Erbil, la capital kurda. Obama dice que Estados Unidos atacará al ISIS si se mueve hacia Erbil o contra los yazidíes refugiados en las montañas, y que quiere proteger la vida de las fuerzas estadounidenses que ayudan a los kurdos. Un análisis más profundo, sin embargo, revela que las motivaciones detrás de la autorización de los ataques aéreos en el norte de Irak son impulsar la creación del Estado kurdo y ejercer presión militar contra Siria.
Antecedentes contextuales
Estados Unidos tiene la costumbre de ponerse de lado de los grupos minoritarios dentro de cualquier conflicto civil, y la asistencia a los kurdos y cristianos no es distinta. Los kurdos fueron perseguidos en tiempos de Saddam Hussein e incluso atacados con gases venenosos durante la década del 80. Han estado haciendo campaña por la autodeterminación, y la reciente fractura de Irak debido a la invasión del ISIS ha aumentado sus esperanzas de conseguir su independencia. De hecho, incluso están preparando un referéndum para ello.
La persecución de los cristianos, aunque histórica en la región, sólo ha rebrotado recientemente. Desde la guerra de 2003 en Irak, los cristianos han abandonado masivamente el Medio Oriente. Este masivo éxodo cristiano y la amenaza de grupos de extremistas islámicos como el ISIS los ha vuelto una minoría en peligro de extinción. Incluso se puede decir que están en proceso de limpieza confesional.
También hay grupos minoritarios más pequeños, como los turcomanos y yazidíes en Irak que están bajo amenaza por parte del ISIS.
La balanza triple del juego de poder estadounidense en Irak
Estados Unidos está comprometido en un equilibrio de apuestas altas y un juego de poder muy arriesgados en Irak, tratando de gestionar por igual a grupos suníes, shiíes y kurdos por lo que ninguno de estos es predominante en el estado destrozado. Puesto que los shiíes se han vuelto más fuertes en Irak antes de la reciente desestabilización, Estados Unidos quería potenciar a los suníes y a los kurdos como contrapeso para mantener su influencia allí.
Estados Unidos no controla directamente al ISIS, pero sí ejerce una influencia indirecta sobre sus actividades. Quería pastorear al ISIS desde lejos y orientar sus acciones para contribuir al logro de los grandes objetivos estratégicos de derrocar al gobierno sirio y ajustar la balanza de poder en Irak. Por desgracia, no se puede pastorear a los lobos, como lamentablemente pueden dar fe las numerosas víctimas del ISIS en Siria e Irak, y este peligroso intento ha provocado mucho sufrimiento y ruina y ha escapado en gran medida a la gestión estadounidense.
Hay que señalar que Irak previamente había pedido a Estados Unidos la asistencia con ataques aéreos, pero fue rechazada. Se temía que el ISIS avanzaría hacia Bagdad, pero el jefe del Estado Mayor Conjunto Martin Dempsey dijo que Estados Unidos no tenía la suficiente información de inteligencia para atacar, ni tampoco sabía cuáles serían las secuelas de un ataque de ese tipo. Lo que Estados Unidos quería era que el ISIS presionara al gobierno iraquí liderado por shiíes a tal punto que el presidente Maliki modificara su administración para hacerlo más inclusiva con representantes suníes y kurdos pro estadounidenses, extendiendo así la influencia estadounidense sobre el Estado. Como consecuencia de la negativa estadounidense de ayudar al gobierno iraquí, Irak selló un acuerdo de emergencia con Rusia para dotarse de aviones (los que Estados Unidos estaba postergando) para cambiar la marea contra los militantes y salvar al país de la capitulación.
Es interesante observar lo que ha cambiado en el mes y medio desde entonces y lo que no. El ISIS sigue activo en los mismos desiertos áridos donde estaba antes, por lo que sigue siendo un objetivo ahora como lo era en junio, y sigue siendo igual de obvio el por qué tiene que ser derrotado como lo era entonces. El cambio de juego, sin embargo, ha sido que los lobos del ISIS están atacando a los corderos kurdos de Estados Unidos, y Washington no permitirá que eso suceda en absoluto. Además del equilibrio de consideraciones de poder, esto también es porque Israel ya se ha comprometido con la estatalidad kurda con declaraciones de Peres y Netanyahu al respecto. Asimismo, la combinación circunstancial de las vidas de las minorías perseguidas (cristianos, kurdos y yazidíes) y de estadounidenses supuestamente en juego en Erbil proporciona al público una cobertura humanitaria plausible para una intervención militar destinada a propósitos oscuros.
Los motivos oscuros
Además de la protección de los grupos minoritarios mencionados anteriormente, Estados Unidos también tiene el objetivo de conseguir oscuros objetivos estratégicos que se ocultan de la vista del público. Erbil no es sólo el lugar donde los últimos refugiados cristianos se han refugiado, sino que también es la capital kurda. Obama está mintiendo cuando dice que Estados Unidos está ayudando al ejército iraquí en esta región. Los peshmerga son de-jure parte del ejército iraquí, ya que aún no han declarado la independencia, pero de-facto el ejército iraquí unificado huyó hacia el sur hace más de un mes y sólo las fuerzas kurdas permanecen en esta área. Lo que Estados Unidos está haciendo en realidad es ayudar a sentar las bases de un estado kurdo independiente en el norte de Irak, fortaleciendo sus fuerzas armadas y ayudando con la logística general. Esta operación está en peligro por el ISIS, por lo que Estados Unidos puede recurrir a una espectacular intervención humanitaria como lo hizo en Kosovo con el fin de impulsar el nacimiento del nuevo estado kurdo. Este sería un puesto geoestratégico de avanzada de fuerte influencia occidental que puede representar el equilibrio regional de la estratagema de poder estadounidense.
Un doble efecto oscuro de los ataques aéreos estadounidenses en el norte de Irak, además de conseguir la independencia kurda, sería presionar al gobierno sirio. Los bombardeos de Estados Unidos en esta región serían la manifestación más significativa de la fuerza militar estadounidense cerca de las fronteras de Siria desde que la desestabilización en ese país comenzó en 2011. También, puesto que se llevará a cabo bajo el pretexto de atacar al ISIS, puede producirse peligrosamente la típica deformación de la misión estadounidense hasta ver a Estados Unidos expandir la guerra hacia las zonas controladas por el ISIS en Siria. De esta manera, el Kurdistán, Irak, el ISIS, y Siria terminarían todos bajo el mismo nexo geopolítico, y las acciones de o en contra de uno no podrían separarse del resto en este contexto gordiano.
Reflexiones finales
Estados Unidos está considerando llevar a cabo una intervención humanitaria para proteger a los cristianos, kurdos y yazidíes en el norte de Irak, pero hacerlo sería también avanzar en ciertos imperativos geopolíticos. El pretexto de esta operación es bastante plausible para conseguir un apoyo público significativo y, potencialmente, apoyo internacional, pero los observadores no deberían sorprenderse si esto provoca efectos secundarios políticos colaterales. Estados Unidos tiene gran interés en posibilitar la independencia kurda y en buscar una justificación de puerta trasera para intervenir militarmente en Siria, y antes que todo, estas deben ser vistas como las verdaderas motivaciones que guían al país en su posible participación militar en el norte de Irak."