ERNESTO CARMONA – El gobierno de Obama utilizó fondos de la Agencia Internacional Estadounidense para el Desarrollo (Usaid, su sigla en inglés) para promover la subversión en Cuba con una docena de jóvenes latinoamericanos que reclutaron prospectos universitarios para formarlos como “agentes para el cambio social” en “talleres” que duraban hasta media hora, pagando menos de 5,5 dólares por hora de “trabajo”.
Sacaron a unos cuantos aspirantes del país para darles formación en el exterior y usaron, entre otras pantallas, supuestos talleres para luchar contra el Sida.
La denuncia no proviene de comités de solidaridad con Cuba o de fuentes gubernamentales cubanos, sino que fue una revelación periodística de la agencia Associated Press (AP) conocida el martes. El miércoles se supo que una alta funcionaria del ministerio de Relaciones Exteriores de La Habana pidió que de una vez por todas el gobierno de EEUU deje de intervenir en Cuba.
La noticia, aunque gravísima, no sorprende. EEUU hoy es el principal responsable de la inseguridad en el mundo, autor intelectual y material de las guerras y de cuanto conflicto políticos-militar y de espionaje que no dejan vivir en paz a los habitantes de este planeta Tierra.
La doctrina política imperial del “destino manifiesto” estadounidense nunca cambia, sea cual fuere el signo político del gobierno. Que el presidente sea demócrata o republicano da exactamente lo mismo…. Ahora es un dato tan irrelevante como su estatura, el número de sus zapatos o su poriogen étnico en ese país multi-racial, pero racista al fin y al cabo.
Mientras aprueba pasar a Israel 225 millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses para re-potenciar su capacidad agresiva con nuevo material bélico y estimula una guerra a gran escala en Ucrania, Washinton emprendió simultáneamente una nueva ofensiva contra Cuba utilizando fachadas financiadas por la Agencia Internacional Estadounidense para el Desarrollo…, del desarrollo de la subversión a escala planetaria.
La Usaid es conocida por sus negocios subversivos a escala mundial, la concesión de préstamos usurarios para que los regímenes adictos a la Casa Blanca compren bienes y contraten servicios en EEUU, promoviendo de paso la corrupción, como ha ocurrido en Afganistán e Irak, por ejemplo. También ha invertido en subversión política en Bolivia, Ecuador y Venezuela, entre otros países de la región.
¿De qué se trata esta vez?
El “tubazo” internacional de la agencia noticiosa norteamericana AP reveló documentos oficiales que demuestran cómo la Usaid utiliza -desde octubre 2009- a jóvenes latinoamericanos que con diversas fachadas promueven la subversión política en la isla, en otra operación secreta contra Cuba dispuesta por el gobierno del demócrata Barack Husseim Obama II.
Por contrato con la Usaid, la empresa Creative Associates International introdujo en Cuba jóvenes de Venezuela, Costa Rica y Perú para trabajar en supuestos “programas cívicos y de salud” destinados a incentivar cambios políticos. El programa comenzó después de la captura de Alan Gross, un contratista estadounidense de la Usaid detenido en La Habana en 2009 por llevar de manera encubierta a la isla equipos satelitales para formar una red ilegal de internet, sin control estatal.
Casi una docena de latinoamericanos, asalariados por la Usaid a 5,41 dólares la hora, trabajaron de manera encubierta en este programa subversivo contra Cuba, haciéndose pasar a menudo por turistas. Recorrieron el país intentando identificar personas factibles de convertirse en activistas políticos, sostuvo la investigación de AP.
Medios cubanos -digitales y de papel- marcaron las revelaciones de AP como un programa complementario al ZunZuneo, conocido como el Twitter cubano, desarrollado por la Usaid en 2009 y expuesto a la luz pública por la misma agencia noticiosa estadounidense en abril 2014.
Según AP, “el programa de desestabilización interna que ahora sale a la luz, utilizó tácticas de espionaje para ocultar las actividades de los jóvenes encubiertos, así como también códigos para la comunicación entre los agentes”.
La agencia añadió que los agentes Usaid enmascararon con contenidos de aspecto inocente la información sensible de sus computadoras portátiles, enviaron mensajes de correo electrónico cifrados y utilizaron memorias flash con códigos para ocultar sus archivos. En otras palabras, este programa de desestabilización utilizó tácticas propias del espionaje para encubrir las actividades de sus jóvenes agentes.
Personas que entablaron amistad con un grupo de venezolanos, como el estudiante universitario cubano Héctor Baranda, se manifestaron sorprendidas al conocer, por corresponsales de la AP, que los jóvenes trabajaban para el gobierno de EEUU, informó el miércoles la prensa cubana.
De acuerdo con esos reportes, Creative Associates International cambió su estrategia en septiembre 2010, prefiriendo localizar y ayudar a conseguir visas de salida a ciertos estudiantes universitarios para capacitarlos fuera de la isla, con la idea de formar potenciales líderes disidentes.
“Talleres de prevención del VHI”
Otra de las fachadas fue un taller de prevención del VIH desarrollado en Cuba en 2010. La investigación de la AP halló que el trabajo de los aprendices latinoamericanos estuvo signado por la incompetencia y lo riesgoso de la actividad. Los jóvenes estuvieron a punto de arruinar la misión de “identificar actores potenciales por el cambio social”. Uno dijo que le dieron apenas un seminario de 30 minutos sobre cómo evadir a la inteligencia cubana y, aparentemente, no había una red de seguridad para los inexpertos jóvenes si los atrapaban.
Obama defendió en su campaña electoral el uso del taller de prevención del VIH en su propósito de “promover la democracia en Cuba”, pero negó que el proyecto sirviera de fachada para fines políticos, mientras Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado, dijo que el programa “permitía apoyar a la sociedad civil cubana, al tiempo que proporciona un beneficio secundario para los cubanos que han expresado que necesitan información y capacitación sobre cómo prevenir el VIH”.
Sin embargo, activistas pro salud pública y algunos legisladores de EEUU fueron muy críticos con la administración por usar un taller de prevención del VIH para avanzar su agenda política y dijeron que tales esfuerzos clandestinos ponen en riesgo los programas de salud estadounidenses en todo el mundo.
El senador demócrata Patrick Leahy, titular de una comisión que supervisa el presupuesto de la Usaid, declaró el lunes que sería “más que irresponsable” si la agencia tramó una campaña contra el VIH que tenía fines políticos. Ante el reporte de AP, Leahy dijo que “tal vez fue un buen negocio para el contratista de Usaid, pero mancha la larga trayectoria de Usaid como líder en asuntos de salud global”.
InterAction, alianza de varios grupos de asistencia internacional, dijo que es “inaceptable” el uso de un grupo contra el VIH para actividades de espionaje. Añadió que el gobierno estadounidense “nunca debería sacrificar el suministro de programas sanitarios o cívicos en favor de objetivos de espionaje”. Documentos preparados para el programa patrocinado por Usaid aseguran que el taller de VIH era la “excusa perfecta” para realizar actividad política.
El programa de agentes viajeros, al igual que el ZunZuneo, integra un esfuerzo de muchos millones de dólares Usaid para estimular la desestabilización interna en Cuba. La receta de incentivar protestas y manifestaciones sociales destinadas a promover cambios políticos también se aplica en otros países ideológicamente “incómodos” para Washington y tiene largo historial internacional.
Cuba pide que Washington pare
A través de una declaración de Josefina Vidal Ferreiro, directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, el gobierno de La Habana pidió el miércoles que cesen las operaciones hostiles y encubiertas de EEUU en la isla.
La alta funcionaria diplomática dijo en un mail dirigido a la agencia noticiosa difundido por la prensa cubana que la investigación de Associated Press publicada el martes muestra que “el Gobierno de los Estados Unidos no ha desistido de sus planes hostiles e injerencistas contra Cuba, que pretenden crear situaciones de desestabilización para provocar cambios en nuestro ordenamiento político”.
Vidal exigió a Washington que “debe cesar de una vez todas sus acciones subversivas, ilegales y encubiertas contra Cuba, violatorias de nuestra soberanía y de la voluntad expresa del pueblo cubano de perfeccionar nuestro modelo económico y social, y consolidar nuestra democracia”, según el comunicado enviado por correo electrónico a The Associated Press, reproducido por el diario Juventud Rebelde, entre otros medios.
La funcionaria dijo que Washington reconoció “desvergonzadamente” ejecutar el programa y que “pretendía convertir en actores políticos a jóvenes cubanos, previamente identificados por emisarios latinoamericanos reclutados con este fin, y organizarlos para actuar contra el gobierno cubano”.
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.