Pablo Gonzalez

El virus de Podemos arruina las encuestas


Hace apenas diez días coincidía la difusión de dos encuestas sobre estimación de voto de los andaluces y la disparidad de sus resultados era tal que solo la ironía, con unas gotas, eso sí, de sarcasmo, permitía hacer comparaciones y aventurar conclusiones sin herir excesivamente el pundonor de los científicos sociales, de cuya ciencia, en fin, puede decirse aproximadamente lo mismo que se viene diciendo de la ciencia económica.
Pues bien, hoy mismo vuelven los cruzados demoscópicos a las andadas para sorpresa de muchos y confusión de casi todos. Una semana después de la macro encuesta del CIS, el diario El País ha dado a conocer la última entrega del instituto Metroscopia en estimación del resultado electoral, con este retrato: PP, 32,3%; PSOE, 31,7%; Podemos, 10,7%; IU, 4,9; y UPyD, 3,3%.

Bueno, bien, normal, ¿no? Como la encuesta se hizo unos días después de que Pedro Sánchez ganara las primarias algo tristes que un mes antes habían improvisado los socialistas, es lógico que el PSOE haya mejorado, ¿no? El efecto Pedro y tal, ¿no? El efecto todo el poder para los soviets y tal y tal, ¿no? No.

¿DIEZ PUNTOS EN DOS SEMANAS?

No es lógico que el PSOE haya mejorado en un par de semanas ¡casi 10 puntos! Ni es lógico que Podemos haya pasado del 15,3% del CIS al 10,7 de Metroscopia. Ni, en fin, tampoco es lógico que Izquierda Unida y UPyD se hundan hasta unos inverosímiles 4,9 y 3,3%, cuando el CIS le daba hace siete días un 8,2 a la federación de Izquierdas que preside al 50% Cayo Lara y un 5,9 al partido que preside al 120% Rosa Díez.Diferencias superiores al 50%, sí, sí, no es una errata: superiores ¡no al 5 sino del 50%!

¿Qué diablos está pasando, entonces? ¿Se ha infiltrado un comando de astrólogos en las principales terminales demoscópicas del país? O algo peor, ¿una célula secreta de economistas? No, es más sencillo: quien se ha infiltrado es Podemos. Ahora bien: nadie sabe exactamente qué es Podemos ni, por supuesto, qué va a ser en el futuro. Podemos es el nombre de algo que todavía desconocemos. Así pues: lo único que pasa es que no sabemos lo que pasa.

La gente normal podemos decirlo, pero los expertos que viven de saber lo que pasa no pueden, naturalmente. Ni pueden ni deben. Y no solo porque si lo hacen, cuando lleguen a casa se la cargan y con toda la razón, sino porque la ciencia es de las pocas cosas firmes que nos van quedando y tampoco es cuestión de destruir el último bastión de nuestra fe en pleno mes de agosto. Esperemos al menos a septiembre.

Desde la irrupción de Podemos, todo el mundo parece confundido, probablemente también Podemos, pero incluso ellos son lo bastante humanos, demasiado humanos, para saber que no deben dejar traslucir su confusión. No sólo están confundidos los partidos, también lo están los científicos. Y, por supuesto, los periodistas, pero los periodistas no contamos porque la gente nunca nos ha tomado demasiado en serio.

LA PARTICIPACIÓN Y EL JUEGO DE LAS SIETE Y MEDIA

Una de las claves de las diferencias prospectivas de Metroscopia y el CIS podría ser que el escenario de participación de uno y otro es muy dispar: 71% en un caso y 60 en el otro, pero es conocido que las proyecciones de participación electoral son, en tiempos de mudanza, como el juego de las siete y media, que o te pasas o no llegas. De una hipótesis certera sobre la participación depende el resultado de muchas otras variables, y como acertar con la participación es como sumar justo siete y media con los naipes, luego en las encuestas sale lo que sale.

No se trata, por supuesto, de sostener que ha llegado la hora de enviar al paro a sociólogos, estadísticos y encuestadores (a los periodistas, por cierto, no hace falta mandarlos porque ya lo están). Se trata de admitir que las encuestas confirman cosas que ya sabemos o sospechamos, pero no descubren lo que se está cociendo allá abajo, en ese subsuelo de la sociedad y de la conciencia donde germinan los cataclismos.

‘ESAS YNDIAS EQUIVOCADAS Y MALDITAS’

Los sabios de la prospectiva han hecho importantes descubrimientos y abierto al conocimiento grandes territorios vírgenes, desde luego, pero lo han hecho un poco a la manera de Colón, que buscaba las Indias y se encontró con otra cosa. Por supuesto, no hubo manera de convencerlo de que aquello con que se había topado podían no ser las Indias. Pues bien, las ciencias demoscópicas igual.

Quién sabe si Podemos no tiene algo de aventura involuntariamente colombina. Quién sabe si, como Colón, equivocándose no estará acertando. O al revés. Toda la derecha tiende a pensar que Podemos son ‘esas Yndias equivocadas y malditas’ pero tal vez sean simplemente América. Podemos es un enigma que parece haber trastocado las ciencias, los discursos, los aparatos. Puede que su irrupción acabe cambiando el planeta político español, pero en una dirección imprevista y desconocida. De momento ya lo está haciendo:Izquierda Unida y el PSOE han dejado de ser los que eran antes de Podemos, lo que ocurre es que no saben muy bien qué diablos quieren ser o van a acabar siendo.

Puede que todas estas encuestas tan contradictorias y hasta excluyentes estén revelando otra cosa, algo que todavía no sabemos qué es. 

Adivinarlo es el gran desafío de las ciencias sociales y de los líderes políticos que se dedican a estas cosas.

 Aunque cuando lo hagan será, naturalmente, será demasiado tarde.

http://www.andalucesdiario.es/politica/el-virus-de-podemos-arruina-las-encuestas/

Related Posts

Subscribe Our Newsletter