EL G77+CHINA DEFINE Y PROPONE CONSTRUIR UN NUEVO ESQUEMA MUNDIAL ECONOMICO MAS JUSTO, DEMOCRATICO PARA UN VIVIR BIEN DE LA HUMANIDAD, CONTRA EL NUEVO ORDEN MUNDIAL DE LOS GRUPOS DE PODER HEGEMONICOS GLOBALISTAS DEL PLANETA MERCANTILISTAS, AHORA EN PODER DE LAS MAFIAS DEL MERCADO.
Por : Fabríz’zio Txavarría Velázquez. CENIC.
Bolivia-Santa Cruz, 15 junio 2014(AGPROG).- La declaración de la Cumbre de G77+CHINA, que congrego a 133 mandatarios, primeros ministros, jefes de Estado y representantes de ese organismo multilateral, acordaron este domingo 15 de junio finalmente la construcción de un nuevo esquema mundial más justo, libre y democrático, para un vivir bien de la población humana del planeta, planteando un nuevo esquema u orden frente al Nuevo Orden Mundial propuesto por las grandes mafias y corporaciones del planeta, de las potencias del Norte y por su abanderado George W Bush en 1999.
Recordemos que George W. Bush propugno un Nuevo Orden Mundial en 1999 pero solo patrocinado por las potencias hegemónicas del momento: EE.UU y la Unión Europea, un Nuevo Orden basado en la guerra y las trampas económicas bancarias a los pueblos.
Posteriormente, este Nuevo Orden Mundial de George Bush padre fracaso con la caída del capitalismo y la debacle de sus economías.
Este año 2014, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, después de nueve horas de deliberación hizo conocer el resumen de la Declaración de Santa Cruz “Por un nuevo Esquema Mundial Para Vivir Bien de los Pueblos”, de 242 puntos aprobados por consenso, y que fueron suscritos por los representantes de los países del G77 más China.
“Nuestro objetivo es la construcción de un nuevo esquema mundial y una nueva agenda apropiada de los países del Sur para el establecimiento más justo, equitativo y democrático que beneficie a nuestros pueblos a todo nivel”, precisó el Mandatario boliviano.
RESUMEN DE LAS CONCLUSIONES:
Ratificamos nuestros principios de unidad, complementariedad, cooperación y solidaridad.
Nuestro objetivo es la construcción de un nuevo orden mundial y una agenda apropiada de los países del Sur para el establecimiento más justo y democrático que beneficie a nuestros pueblos, a nivel económico, político y social , con mas desarrollo y poder para el pueblo.
Hacemos hincapié que el problema de la desigualdad es más grave que nunca, debido a la prevalencia de la extrema producción y consumo insostenibles en los países desarrollados mientras se sigue padeciendo hambre y pobreza.
La excesiva orientación hacia el lucro no respeta a la Madre Tierra ni tiene en cuenta a las necesidades humanas, la continuación de este sistema desigual aumentará las desigualdades.
Tomamos nota de la influencia de las grandes empresas en la que la economía mundial capitalista y sus efectos negativos en el desarrollo económico y ambiental de los países.
La erradicación de la pobreza es el mayor problema que afronta el mundo, una condición indispensable del desarrollo sostenible, hacemos hincapié en que la erradicación de la pobreza debe seguir siendo el objetivo central y conductor de la agenda para después de 2015. Estamos convencidos que la agenda para el desarrollo después de 2015 debe reforzar el compromiso de la comunidad internacional para erradicar la pobreza para el 2030.
Reconocemos que en algunos países existe el paradigma del vivir bien, con un desarrollo integral encaminado para alcanzar las necesidades culturales y espirituales de las sociedades en el contexto de la armonía con la naturaleza.
Reconocemos la importante función que corresponde desempeñar al Estado para velar que todas las personas tengan acceso a los servicios básicos y buscar soluciones a las desigualdades y a la discriminación relativa a la distribución de sus recursos y su acceso a ellos.
Reafirmamos que el derecho de los pueblos y naciones a la soberanía permanente sobre sus riquezas y recursos naturales, debe ejercerse en el interés del desarrollo nacional y del bienestar del pueblo del respectivo Estado.
La declaración incluye los valores tradicionales ancestrales como los principios andinos de ama sua (no seas ladrón), ama llulla (no seas mentiroso), ama quella (no seas flojo) contribuyen a los esfuerzos para prevenir y combatir la corrupción a todo nivel.
Reclamamos por la inmediata eliminación de todas las formas de agricultura subsidiaria que distorsiona el mercado.
Estamos comprometidos a lograr la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres, en la adopción de decisiones políticas, económicas y la designación de recursos a otorgar a las mujeres iguales derechos que a los hombres y asegurar un acceso a la educación, las finanzas, las tecnologías de la información y de las comunicaciones, los mercados, la asistencia a la entrada de otros servicios básicos, entre ellos los servicios de la atención de la salud incluidos los medicamentos modernos, seguros, eficaces, asequibles y aceptables de planificación familiar.
La crisis de la deuda suelen ser costosas y perturbadoras y que afecta más a los países en desarrollo, los que están muy endeudados no pueden regresar a la senda del crecimiento sin asistencia internacional, reconocemos la importancia que tiene el alivio de la deuda, incluido los procesos de cancelación y de reestructuración moratoria y auditoría de la deuda.
Reiteramos la importancia de no permitir que los fondos buitre paralicen las actividades de restructuración de la deuda de los países en desarrollo, les priven a los estados de su derecho a proteger a su pueblo conforme al derecho internacional.
Recalcamos la necesidad de contar con un sistema internacional de calificación crediticia lo más transparente.
El cambio climático es uno de los problemas mundiales más graves de nuestro tiempo, y la responsabilidad debe comprometer a los países industrializados.
Condenamos el espionaje a las naciones.
Se atiende las preocupaciones de los países menos adelantados, de los pequeños estados insulares en desarrollo y de los países sin litoral.
Reafirmamos nuestro firme rechazo a la imposición de leyes y reglamentos con un efecto extraterritorial y todas las demás formas de medidas económicas coercitivas incluidas las sanciones unilaterales contra países en desarrollo, y reiteramos la urgente necesidad de eliminarlos inmediatamente.
Expresamos nuestro rechazo a las listas y certificaciones unilaterales por parte de países desarrollados y que afectan a los países en desarrollo, en particular las referidas a terrorismo, narcotráfico, trata de personas y otras de similar carácter.
Se rechaza las imposiciones del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial y sus medidas de control y sometimiento a las naciones de endeudamiento progresivo. El modelo imperial concentrador y especulador, generó a su vez una crisis institucional marcada por una desigual e injusta estructura de poder mundial, en especial en el Sistema de Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio, entre otros.
Rechazar el dominio de las potencias mundiales y transnacionales que se disputan el dominio sobre territorios y recursos naturales del planeta, para seguir engrandeciéndose a costa de la pobreza de los pueblos del Sur.
Impulsar las acciones comunes favorables al desarrollo sustentado en la cooperación Sur-Sur, a un nuevo orden económico mundial, a la responsabilidad sobre el cambio climático, y a las relaciones económicas en el marco de tratamientos preferenciales.
Se destaca la lucha por la descolonización del mundo, la autodeterminación, independencia y soberanía de los pueblos sobre los recursos naturales.
Se rechaza toda forma de dominio imperial de las naciones y el reconocimiento de que se vive ahora en un mundo multipolar. Sin amos ni esclavos.
Lucha por la igualdad y justicia de los pueblos del mundo contra las jerarquías y desigualdades planetarias.
Un rechazo firme a que a nombre del libre mercado y de la democracia, un puñado de potencias imperiales invadan países, bloqueen el comercio, impongan precios al resto del mundo, asfixien economías nacionales, conspiren contra gobiernos progresistas y recurran al espionaje contra los habitantes del planeta.
Un rechazo a que una reducida élite de países y empresas transnacionales dominen autoritariamente los destinos del mundo, de sus economías y sus recursos naturales.
Un rechazo a la desigualdad económica y social entre regiones del mundo, entre países, entre clases sociales, entre ciudadanos.
Dejar de concentrar la riqueza en pocas manos, esta manera depredadora de destruir la naturaleza, está generando también una crisis estructural que la vuelve insostenible en el tiempo. Se trata de una crisis estructural, porque afecta a todos los componentes del propio desarrollo del capitalismo, es decir es una crisis financiera, energética, climática, hídrica, alimentaria, institucional y de valores, que se retroalimentan unas a otras. Es decir es una crisis de la propia civilización capitalista.
Crear una nueva arquitectura económica mundial, a raíz de que la crisis financiera se produjo por la codicia por mayores ganancias del capital financiero, que generó una profunda especulación financiera internacional, favoreciendo a algunos grupos, corporaciones transnacionales o centros de poder que concentraron la riqueza.
Un rechazo a las burbujas financieras que generan ganancias especulativas, que al final revientan, y con ello arrastran a la pobreza a trabajadores que recibieron créditos baratos; a ahorristas de clase media que confiaron sus depósitos a codiciosos especuladores que de la noche a la mañana quiebran o llevan sus capitales a otros países, provocando la bancarrota de naciones enteras.
Generar políticas para enfrentar la crisis energética marcada por el consumo excesivo en los países desarrollados, por la contaminación de fuentes de energía y el acaparamiento energético por parte de las transnacionales.
Reconocer que la crisis climática obedece a la anarquía de la producción capitalista, cuyos niveles de consumo e industrialización descontrolada han generado un exceso de emisiones de gases contaminantes provocando el calentamiento global y desastres naturales que afectan al mundo entero.
Luchar contra la crisis hídrica, profundizada ahora por la privatización, agotamiento de fuentes y mercantilización del agua dulce, e incrementar el acceso de la población al agua potable.
Lucha contra la crisis alimentaria, como tendencia se observa un crecimiento de la población y una reducción en la producción de alimentos.
Un rechazo a los desequilibrios entre el campo y la ciudad, el monopolio de empresas transnacionales en la comercialización de semillas e insumos agrícolas y la especulación en el precio de los alimentos. Como también un rechazo a la difusión de semillas genéticamente modificadas y patentadas en nuestro planeta.
Profundizar la lucha contra la política neoliberal que genera concentración de la riqueza, desigualdad social y pobreza, incrementando la marginación, discriminación y exclusión social, desterrar la exclusión, la explotación, el hambre, el odio, para reconstruir el camino del equilibrio, de la complementariedad, del consenso con identidad propia, del Vivir Bien.
Difundir el Nuevo Modelo Económico Social Comunitario y Productivo, cuyos ejes fundamentales son: la nacionalización de los recursos naturales, la recuperación para beneficio de toda la humanidad, la redistribución de la riqueza y la participación activa del Estado en la economía.
Apostar por el nuevo modelo para combinar las exportaciones con el crecimiento del mercado interno, impulsada principalmente por las políticas redistributivas del ingreso, descongelamiento e incrementos sucesivos del salario mínimo nacional, aumentos salariales anuales superiores a la tasa de inflación, subvenciones cruzadas y bonos de transferencias a los más necesitados.
Proponer un desarrollo sustentable al desarrollo integral para vivir bien, en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.
Necesitamos construir una visión distinta del desarrollo occidental capitalista, transitando desde el paradigma del Desarrollo Sostenible al paradigma del Desarrollo Integral para Vivir Bien, que busca no sólo el equilibrio entre los seres humanos, sino el equilibrio y la armonía con nuestra Madre Tierra, sin desigualdades y exclusiones.
Plantear un Desarrollo Integral para Vivir Bien que significa generar bienestar para todos, sin exclusiones; significa respetar la diversidad de economías de nuestras sociedades; respetar los conocimientos locales y respetar la Madre Tierra y su diversidad biológica, que alimentará a las generaciones venideras.
Producir para satisfacer necesidades reales, y no para ampliar infinitamente las ganancias.
Combinar la ciencia contemporánea con la sabiduría tecnológica ancestral de los pueblos indígenas, que dialoga con respeto a la naturaleza .
Deberá existir un control de los Estados junto a sus pueblos, sobre todos sus recursos energéticos y naturales.
La tecnología, inversiones, producción, créditos, empresas y mercados, no deben estar subordinados a la dictadura del lucro y del lujo, sino al servicio y necesidades de los pueblos, y de la ampliación de los bienes y servicios comunes.
Se plantea una Soberanía sobre los recursos naturales y áreas estratégicas. Los países dueños de materias primas debemos y podemos asumir el control soberano de la producción y también de la industrialización de las materias primas.
El Estado debe asumir la conducción de la producción, el control soberano de la riqueza e iniciar la planificación para industrializar las materias primas, y distribuir la ganancia entre la población.
Ejercer soberanía sobre los recursos naturales y áreas estratégicas no significa aislarse de los mercados mundiales, es vincularse a estos mercados para beneficio de los países y no de unos cuantos propietarios privados.
Soberanía sobre los recursos naturales y áreas estratégicas no es impedir la participación de capitales y tecnología extranjera; es subordinar esa inversión y esa tecnología a las necesidades de cada país.
Bienestar para toda la humanidad convirtiendo los servicios básicos como derecho humano y no de lucro. La peor tiranía que enfrenta a la humanidad es permitir que los servicios básicos estén bajo control de las empresas transnacionales.
Esto significa condenar a la humanidad al interés particular y a los objetivos mercantiles de una minoría rica y poderosa con la vida y seguridad de las personas. Por ello los servicios básicos son inherentes a la condición humana.
Resolver las inequidades sociales incorporando en la legislación internacional y en la normativa nacional de todos los países, que los servicios básicos (el agua, electricidad, comunicaciones y el saneamiento básico) son un derecho humano fundamental de las personas. Sera por ello una obligación legal de los estados, el garantizar la universalidad de los servicios básicos, por encima de costos o de ganancias.
Emancipación del actual sistema financiero internacional y construcciones de una vida, una nueva arquitectura financiera. Proponemos liberarnos del yugo financiero internacional construyendo un nuevo sistema financiero que priorice los requerimientos de las actividades productivas de los países del Sur, en el marco del desarrollo integral.
Crear y fortalecer bancos del Sur que impulsen proyectos industriales, que refuercen los mercados internos regionales, que fomenten los intercambios comerciales entre nuestros países, pero en base a la complementariedad, la solidaridad.
Dejar de utilizar en todas nuestras transacciones monedas extranjeras de naciones esclavistas y tornar nuestras monedas en oro , en la manera de nuestras posibilidades , como unidad monetaria global.
Necesitamos, además, impulsar la regulación soberana de las actividades financieras mundiales que amenazan la estabilidad de las economías nacionales.
Desarrollar un mecanismo internacional de reestructuración de la deuda, que profundiza la dependencia de los pueblos del Sur estrangulando sus posibilidades de desarrollo.
Sustituir las instituciones financieras como el FMI y BM por otras que permitan una mejor y mayor participación de los países del sur en sus estructuras de decisión, hoy capturadas por potencias imperiales.
Es preciso establecer límites a las ganancias especulativas y a la excesiva acumulación de riqueza.
Construir la gran alianza económica, científica, tecnológica y cultural de los países del G77 + China.
Intensificar los intercambios comerciales entre los países del sur y orientar nuestras actividades productivas en función de los requerimientos de otras economías del sur, en base a la complementariedad de necesidades y capacidades.
Incrementar los programas de transferencia tecnológica y la difusión de nuevas energías entre los países del Sur. La soberanía y el liderazgo tecnológico imprescindible para una nueva economía mundial con justicia no lo podrá lograr cada país por sí mismo. La ciencia tiene que ser un patrimonio de toda la humanidad, y al servicio del bienestar de todos; sin exclusiones ni hegemonismos. Para un futuro digno de todos los pueblos del mundo, necesitamos una integración para la liberación. No una cooperación para la dominación.
Plantear la constitución del instituto de descolonización y cooperación sur-sur. Encargado de proporcionar asistencia técnica tecnológica, energética a los países del Sur, para profundizar la implementación de las propuestas del G77 + China. También otorgará asistencia técnica y fortalecimiento institucional para el desarrollo y la autodeterminación; para llevar a cabo investigaciones de nuevas energías libres para el planeta.
Erradicar el hambre de los pueblos del mundo. Es un imperativo en el mundo erradicar el hambre y promover que se aplique y se ejerza plenamente el derecho humano a la alimentación. Se priorizara la producción de alimentos con la participación de los pequeños productores y comunidades indígenas, que son las que preservan un conocimiento ancestral en lo que se refiere a la producción de alimentos, logrando un apoyo a la producción comunal o comunitaria.
Generar condiciones para el acceso democrático y equitativo a la propiedad de la tierra, que no permita el monopolio de este recurso a través del latifundio, pero que tampoco fomente la fragmentación minifundista e improductiva. Consolidar la soberanía y seguridad alimentaria, mediante el acceso a los alimentos sanos y saludables para el bienestar de la población.
Eliminar los monopolios transnacionales en la provisión de insumos agrícolas para garantizar seguridad alimentaria con soberanía. Cada país debe garantizar los alimentos básicos y propios que consume su población a partir del fortalecimiento de sus prácticas productivas, culturales, ecológicas, así como el intercambio solidario entre pueblos. A su vez, los Estados tenemos que responsabilizarnos de garantizar la energía eléctrica, la integración vial, el acceso al agua, y fertilizantes orgánicos.
Fortalecer la soberanía de los estados sin intervencionismo, injerencia y sin espionaje.
Se requieren nuevos organismos planetarios que fomenten la paz y no la guerra, que eliminen las jerarquías mundiales y que promuevan la igualdad entre los Estados.
Proponer el desaparecer el Consejo de Seguridad de la ONU porque en vez de asegurar la Paz entre las naciones ha promovido la guerra y las invasiones de potencias imperiales para apoderarse de los recursos naturales de los países invadidos. Hoy en vez de Consejo de Seguridad hay un Consejo de Inseguridad y de Invasión Imperial. Ningún país, ninguna institución o interés puede justificar la invasión de un país por otro. La soberanía de los Estados y la resolución interna de los conflictos de cada país, es la base fundamental de la paz y de las Naciones Unidas.
Un rechazo a la persecución y el golpismo internacional que constituye el colonialismo moderno, el colonialismo de esta nueva época.
Plantear una renovación democrática de los Estados. El tiempo de los imperios, de las jerarquías coloniales y de las oligarquías financieras se terminó. El protagonismo de los pueblos significa la renovación y profundización de la democracia.
Tenemos que complementar la típica democracia electoral con la democracia participativa y con la democracia comunitaria, pasando a la gobernabilidad social de la democracia. Para tomar decisiones estatales, se debe tomar en cuenta la deliberación de los parlamentos, pero también la deliberación de los movimientos sociales que permiten fluir la energía viva de nuestros pueblos y los más humildes o desprotegidos.
Recuperar los códigos de nuestros ancestros: no robar, no mentir, no ser flojo y no ser adulón.
Democracia es también distribución de la riqueza y ampliación de los bienes comunes que tiene la sociedad. Es subordinación de los gobernantes a las decisiones de los gobernados. No es beneficio personal de los gobernantes ni mucho menos abuso de poder: es servicio amoroso y abnegado hacia el pueblo.
Es la entrega del tiempo, del conocimiento, del esfuerzo y de la propia vida para alcanzar el bienestar de los pueblos y de la humanidad.
Por lo tanto somos participes de una democracia participativa y ya no representativa.
Plantear un nuevo mundo de igualdad, de complementariedad, de convivencia orgánica con la madre tierra de las naciones del Sur para toda la humanidad.
http://progresismohumano.wordpress.com/2014/06/16/conclusiones-finales-del-g77china/