"A la cúpula gobernante en Ucrania no le interesa mostrar la verdadera cara de los francotiradores (del Maidán)", asegura el exdirector del Servicio de Seguridad del país, mayor general Alexánder Yakimenko.
Tampoco le interesa a Europa, porque demostraría al mundo a quién apoyaban durante esta revolución, explicó a RT. En su opinión, su sucesor, el actual jefe del Servicio de Seguridad, es una persona que cumple órdenes de EE.UU. Como una prueba de eso, cita el hecho de que los agentes de la CIA se encuentran en la sede del servicio de seguridad de una manera permanente.
Junto con sus empleados esos agentes recorren las regiones y se reúnen con los alcaldes para presionarlos y controlar su lealtad al régimen, denuncia el general, acusado por los políticos proocidentales y respaldados desde Washington y Bruselas de organizar esos mismos delitos que menciona.
Mientras tanto, las autoridades de hecho ucranianas enviaron a Moscú una solicitud donde piden que los servicios especiales rusos colaboren con ellas en la investigación que llevan a cabo
. El analista internacional Luis Bilbao dijo a RT que la petición es un acto de hipocresía, porque "no tiene de modo alguno el objetivo de avanzar en el conocimiento real de lo que ocurrió en los días más calientes".
"La insurrección sabe muy bien que en lo ocurrido (…) ha habido la participación de organizaciones de ultraderecha en Ucrania, financiadas y dirigidas políticamente y militarmente por Estados Unidos", adelanta Bilbao.
A su juicio, solo se puede comprender el paso de Kiev como parte de una operación de propaganda y esta tiene como objetivo "terminar acusando a Rusia de no querer colaborar con la investigación de los hechos ocurridos".
El diputado y analista político ruso Alexéi Pushkov comparte esta opinión. "La causa contra los francotiradores del Maidán será truncada o falsificada", pronostica mediante un tuit.
"Las actuales autoridades de Kiev no pueden permitirse relatar la verdad sobre eso".
El número de las personas fallecidas en Kiev durante los enfrentamientos callejeros superó el centenar. Varias decenas de las víctimas mortales (la cifra exacta no ha sido divulgada por las autoridades) fueron atribuidas a los francotiradores.
La mayor parte de los ataques mortales fue perpetrada entre los días 19 y 21 de febrero.