Colombia conmemora un año más de la desaparición física de Jorge Eliécer Gaitán, un líder rebelde, revolucionario, popular, antiimperialista e insurreccional, que dedicó gran parte de su vida a luchar contra la clases dominantes que engañaban al pueblo disfrazando el bipartidismo de unidad nacional, en la primera mitad del siglo XX.
Gaitán nació el 23 de enero de 1903 -o 1898, según otras fuentes- y fue asesinado el 9 de abril de 1948, cuando era candidato a la Presidencia de la República por el Partido Liberal y lideraba todas las encuestas.
Ese día, recibió tres impactos balas -dos en la cabeza y uno en el pecho- cuando salía del Hotel Continental de Bogotá.
Horas más tarde, la capital colombiana se sumergió en la violencia, los disturbios y el caos, dando inicio a una guerra civil que con los años se tornó armada y letal.
Hoy día, más de medio siglo después, el conflicto continúa y ha generado decenas de miles de muertos y millones de desplazados.
Por ello, los colombianos consideran que el asesinato de Gaitán partió en dos la historia del país, por la fortaleza de su pensamiento, su acción política y su visión de equidad y justicia. Incluso, la prensa nacional lo cataloga como “uno de los más brillantes oradores y agitadores de masas que conocieron Colombia y Latinoamérica”.
Su muerte desencadenó, en 1948, que la policía se sublevara y uniera a las protestas civiles para pedir la renuncia del gobierno conservador de Mariano Ospina (1946-1950), haciendo arder el Palacio de San Carlos, la Nunciatura Apostólica, la Procuraduría General, el Ministerio de Educación, el Palacio de Justicia y demás entes públicos.
Esta sublevación popular se recuerda como “El Bogotazo” y fue producto del dolor que causó en la población el asesinato de Gaitán, hecho históricamente recordado en Colombia como “un suceso desequilibrador, del cual no ha sido posible recuperar la estabilidad política nacional”.
Diputado, alcalde de Bogotá, ministro de Educación, senador y candidato presidencial, Gaitán demostró su gran popularidad al convocar la Marcha del Silencio, el 7 de febrero de 1948, cuando miles de bogotanos se reunieron en la plaza Bolívar en silencio, portando pañuelos negros para reclamar al Gobierno por la violencia contra los liberales.
Desde entonces, el pueblo colombiano mantiene vivos los ideales de justicia y equidad social que defendió durante toda su vida el recordado líder popular.
Este año, en diferentes ciudades del país se realizaran marchas, actos simbólicos y cabildos abiertos para conmemorar el Día Nacional de Solidaridad y Memoria con las Víctimas, como se le conoce a la fecha desde el año 2012.
RNV