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El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

El varón domado traducido



El varón domado, de Esther Vilar, traducción en azul.


Un hombre tiene que ser capaz de protegerme

Un hombre tiene que ser capaz de protegerme de todas las incomodidades. (¿Y de qué iba a
protegerla, si no? ¿de los bandidos del desierto? ¿De la guerra atómica?)

Quiero sentirme tranquila y cobijada junto a un hombre.

Quiero que no me moleste por nada del mundo con preocupaciones económicas.

Un hombre tiene que ser superior a mí.

Para que yo lo tenga en cuenta, un hombre tiene que ser más inteligente, más responsable, más
valiente, más fuerte, más trabajador que yo. Si no, ¿para que me iba a servir?


Si mi marido me lo pidiera, renunciaría a mi profesión sin vacilar.

En cuanto mi marido gane bastante dinero, dejo de trabajar.

Lo único que deseo es hacerlo feliz.

Me esforzaré lo posible para que nunca descubra cómo me aprovecho de él

Estoy dispuesta a descargarle de todas las preocupaciones mezquinas.

Haré lo imposible para que no se distraiga de su trabajo.

No quiero vivir sino para él.

Este que tengo tendrá que trabajar sólo para mí.

No viviré ya, más que para mi familia.

Nunca más en la vida volveré a trabajar, que se las arregle él

No me interesa para nada la emancipación de la mujer.

¡Como si fuera idiota! ¡Que él trabaje para mí!. ¡Es su obligación!.

¡A pesar de todo, vivimos en la época de la igualdad ante la ley!

¡Que no se crea que por ganar el dinero, el decide!

Para estas cosas soy muy torpe.

Este trabajo me lo tiene que hacer él. ¿para que está?

Mi marido sabe de todo.

Lo uso para todo, y lo puedo aprovechar como diccionario.

Cuando dos se quieren de verdad, no necesitan la bendición desde el primer día.

Todavía se resiste un poco, pero en la cama lo convenzo.



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