Cientos de personas han salido este sábado a las calles de Tokio, capital de Japón, y han pedido que sean llevados a juicio los responsables de la tragedia de la central nuclear de Fukushima.
Los nipones indignados han protestado contra la decisión de la Fiscalía de este país asiático de retirar los cargos que pesaban contra la accidentada central nuclear; hasta el momento y transcurridos tres años del suceso, nadie ha sido castigado por lo ocurrido.
“Hay muchas víctimas del incidente, pero no hay (cargos) contra los responsables”, ha indicado Ruiko Muto, organizadora de la movilización, mientras mostraba una imagen de la aldea de Kawauchi, afectada por el incidente.
Muto ha acotado que el objetivo de esta marcha es transmitir sus experiencias como víctimas, para buscar la verdad detrás de este incidente, así como evitar la repetición de semejantes tragedias en el futuro.
Los datos oficiales dados a conocer la semana pasada mostraron que 1 656 personas fallecieron debido al estrés postraumático o por las enfermedades surgidas a raíz del suceso.
Decenas de miles de personas aun no han podido volver a sus hogares, ubicados en las periferias de la central.
El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9,0 en la escala de Richter y un posterior tsunami provocaron importantes daños en seis reactores de la planta de Fukushima Daiichi, situada a 220 km al noreste de Tokio, que contaminó de radioactividad el aire, el agua y el suelo de la región nororiental de Japón.
El saldo: 20 000 muertos y millones de desplazados.
